Los dramáticos problemas de salud de María José Campanario, ingresada ahora en el Centro de Salud Mental El Serenil, no han hecho sino reforzar todavía más su matrimonio con Jesulín de Ubrique.
Estos días, Campanario pudo salir con su marido en un permiso de fin de semana y ambos pudieron disfrutar de un día de playa en el que demostraron el afecto que se profesan, coincidiendo con el quince aniversario de su boda. Es evidente que la medicación ha afectado a María José, por lo que Jesulín no se separó ni un momento de su esposa.
Los problemas derivados de su fibromialgia se complicaron más rápido de lo previsto, y ambos han tenido que posponer su renovación de votos matrimoniales. Tal es la situación que incluso Belén Esteban ha querido guardar silencio y simplemente desear una "pronta recuperación" a Campanario, con la que ha tenido sus más y sus menos a raíz del trato dispensado a su hija Andrea.
En medio de todos los abrazos y besos con Jesulín, llama también la atención también el cambio de look radical de María José Campanario. Rubia platino, María José luce un aspecto muy distinto al habitual, quizá el primer síntoma de sus esfuerzos de cara a una pronta recuperación.
No obstante, y tal y como desveló un familiar al programa Sálvame, todavía queda mucho para que María José zanje su etapa en la clínica, aunque sus progresos sean ya evidentes.