Acontecimiento este viernes, 17 de junio, en Sofía, con motivo del 80 cumpleaños de Simeón de Bulgaria, que reunirá por primera vez en mucho tiempo a toda su familia, incluida una hermana que reside en Estados Unidos. La gran fiesta programada tendrá como invitados a representantes de varias Cortes europeas. Ha confirmado su asistencia la Reina doña Sofía, acompañada de su hermana, la princesa Irene, pero no así el rey emérito don Juan Carlos. Ignoramos la causa, pues siempre, según sus propias palabras, ha mantenido una amistad fraternal con el Rey Simeón. No quisiéramos equivocarnos al escribir estas líneas, por si cambia de idea, pero a lo mejor el monarca español prefiere asistir esta tarde a la Plaza de Toros de Las Ventas, donde se celebra la corrida de la Beneficencia que, cuando estaba en el trono, presidía desde el Palco Real, lugar que hoy ocupará su hijo, nuestro Rey Felipe VI, que no es aficionado a la Fiesta Nacional, no ha ido a ninguno de los festejos de la Feria de San Isidro, mas por exigencias del protocolo, no ha de faltar a este acontecimiento taurino en el que están anunciados El Juli, José María Manzanares y Alejandro Talavante.
Una ceremonia religiosa programada en la Catedral Ortodoxa Alejandro Nevski, de Sofía, será el primero de los actos en honor de Simeón de Bulgaria. Por la noche tendrá lugar la cena de gran gala en el Palacio Real de Vrana, que con mucho esfuerzo pudo restituir y restaurar asimismo el monarca, y es su actual residencia. Por supuesto que a su lado estará su esposa, la Reina, doña Margarita Gómez-Acebo, con quien contrajo matrimonio el 21 de enero de 1962. Cinco hijos tuvieron. El primogénito, Kardam, falleció en 2015, después de las secuelas que le causó el accidente sufrido en las cercanías de Madrid siete años atrás. Con esa dolorosa pérdida, que no han olvidado, seguro que su figura de alguna manera estará presente en la memoria de la Familia Real búlgara. El resto de sus hijos acudirán emocionados a esta celebración paterna. Son: Kyril, separado de Rosario Nadal desde 2009; Kubrit, casado desde 1993 con Carla Royo-Villanova; Kalina, esposa de Kitín Muñoz, y Konstantin, que se desposó con María García de la Rasilla. Con ellos también asistirán los nietos del monarca búlgaro.
Simeón de Bulgaria accedió a los seis años de edad al trono de su país, a la muerte inesperada de su padre, el rey Boris, quien días atrás había mantenido una tormentosa entrevista con Adolfo Hitler, a punto de invadirle el país. Naturalmente, Bulgaria sería inmediatamente después del óbito real gobernada por un regente, tío de Simeón. Nunca llegaría a reinar, y su titularidad como monarca puede decirse que fue honorífica, al no serle posible ejercer su magisterio, pero no menos cierto es que tampoco abdicó, no hay documento alguno que así lo acredite, cuando él y toda su familia hubo de exiliarse en 1946, tras abolirse la Monarquía en Bulgaria. Y en adelante, en los países donde vivió, desde luego que seguía considerándose Rey de sus compatriotas. Y así continuó siéndolo cuando se afincó en España, aunque hay que decir que en su larga permanencia en Madrid nunca se inmiscuyó en asunto alguno que pudiera haberle enfrentado al régimen franquista. No se le conocen declaraciones políticas que pudieran haberle suscitado controversias en su país, aunque en su día, año 1955, manifestó que siempre estaría dispuesto a mantener sus derechos dinásticos hasta la liberación de Bulgaria. Esa discreción fue siempre valorada por el Rey don Juan Carlos.
El 10 de agosto de 1961, en nombre de la Reina Madre, Juana de Bulgaria se hizo público un comunicado por el que se hacía constar el próximo enlace de su hijo, el Rey Simeón con la señorita Margarita Gómez-Acebo y Cejuela, perteneciente a una distinguida familia de banqueros, dos años mayor que el novio, pues nació en 1935. Se habían conocido en las aulas del Liceo Francés, sito en las inmediaciones de la Audiencia Nacional. Se comentaba entonces, aunque las revistas luego denominadas "del corazón" no lo incluían en sus páginas, que el novio iba a aportar al matrimonio un considerable patrimonio. Pero lo que era más fácil de resaltar era la personalidad de Simeón de Bulgaria, con su prestancia, elegante, de extraordinaria cortesía, sencillo, discreto, muy simpático… Obviamente se elogiaba asimismo la distinción de la novia, su innegable elegancia también. Mas en círculos sociales, entre los monárquicos de siempre que sobre todo anteponían su filiación franquista, en eso que antiguamente se llamaba "la buena sociedad madrileña", se especulaba negativamente con esa pareja. Sencillamente porque el prometido era de religión ortodoxa. Lo mismo había sucedido con la boda de doña Sofía y don Juan Carlos. Y se repitió con Simeón y Margarita, que obtuvieron el permiso papal para celebrar dos ceremonias religiosas y una civil. Por cierto que en aquella época Simeón de Bulgaria llevaba su rostro completamente rasurado, y no con la barba recortada que luciría después hasta el presente.
La del rito católico tuvo lugar en Madrid, oficiada por el arzobispo de la diócesis de Madrid-Alcalá, doctor Eijo Garay. Y la ortodoxa en la catedral suiza de Vevey. La familia de la desposada renunció a asistir a esta última, en la creencia de que traicionarían su condición católica. Fue un golpe bajo que Margarita hubo de soportar, por si su vida no era ya de por sí triste desde que murieron sus progenitores, asesinados durante la guerra civil. El entonces Ministro de Información y Turismo, Gabriel Arias Salgado, más papista que el Papa, más franquista que Franco, prohibió que la prensa española informara ampliamente de aquella boda. Únicamente se permitía alguna fotografía suelta y una brevísima nota informativa. Jaime Peñafiel, se las compuso para seguir de cerca el enlace e informar como siempre cumplidamente. Comentar ese anecdotario, precisamente cuando hemos cumplido 40 años de democracia, no deja de ser algo tan incomprensible como curioso. Pero así era la España de entonces.
El matrimonio entre Simeón y Margarita ha sido muy feliz, exceptuando esa trágica muerte de su hijo mayor. Cierto es que este Rey en el exilio, que estudió Derecho y mantuvo sus negocios en su despacho madrileño, siempre vivió con la esperanza de retornar a su país de origen. Lo consiguió en 1995, viajando como turista. En su autobiografía contaba cómo lloró en tal ocasión emotiva. En 2001 fundó un partido, el Movimiento Nacional Simeón II, con el que se presentó a unas elecciones, en las que salió ganador. Así pudo ser Primer Ministro de la República de Bulgaria. La primera vez en la Historia, que se recuerde, que un monarca protagonizaba un acto semejante.