Desde marzo de 2014, Adela Ruiz-Mateos y Patricia Montes de Oca luchan para demostrar que la primera era hija de José María Ruiz-Mateos. Ahora, tras una exhumación y muchos conflictos familiares, la justicia ha dado la razón a estas mexicanas afincadas en Chicago, y que son entrevistadas en la revista Corazón TVE a pocos días de que se celebre el juicio para la filiación parental.
Adela declara que, desde el principio, "he sabido que mi padre era él, a pesar de que conmigo tuviera una actitud mísera en los últimos años". Sobre el juicio de este martes, cree que sería "rarísimo" que pudiera haber alguna novedad "con una prueba de ADN tan concluyente".
Sobre sus hermanos, dice que "han sido muy valientes para difamarme e insultar a mi madre y, ahora, resulta que aparece su verdadera naturaleza: mis hermanos son unos cobardes. No tienen hombría suficiente para mirarnos a los ojos".
Sobre las deudas que afectan al clan, Adela dice que se imagina que "serán las que han originado ellos derivando el dinero a otros países". "Es increíble que la Justicia tenga que jugar a las adivinanzas cuando es obvio que tienen dinero. No es justo que hayan arruinado y estafado a miles de familias para vivir como ellos", añade.
Sobre si va a luchar por la herencia, Adela responde: "Nuestra abogada, Teresa Bueyes, va a iniciar una investigación patrimonial. Será un proceso largo, porque el dinero está, pero no sabemos dónde. Por supuesto que lo que me corresponda lo lucharé, igual que el resto de mis hermanos".