La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha contado con la presencia de Carmen Duerto, Carlos Pérez Gimeno y Daniel Carande para diseccionar todos los temas de la actualidad social. Incluyendo algo de lo que varias publicaciones se han hecho eco estos días, y es la misteriosa (y poco habitual) ausencia de Isabel Preysler, la "reina de corazones", del universo de los famosos.
Nada menos que mes y medio lleva Preysler sin aparecer en público, algo que ha hecho saltar todo tipo de alarmas en los medios. La filipina no ha sido fotografiada desde el pasado 16 de abril, cuando acudió con Mario Vargas Llosa y Nuria González a la corrida de Resurrección en Sevilla.
Entre tanto se han producido multitud de actos públicos (además de las corridas de Las Ventas, escenario habitual de Preysler y Vargas Llosa) donde ella no ha hecho acto de presencia. Tampoco en ninguna portada, ni en ningún photocall patrocinado. Preysler, que lleva toda su vida de constante presencia en los medios, y muy especialmente en estos dos últimos años a raíz de su romance con el Nobel peruano, se ha esfumado por completo del panorama público.
Tal y como relató Isabel González en Es la mañana de Federico, Preysler está ahora centrada en las obras de su casa de Puerta de Hierro, donde está instalando una piscina, y menos con sus amigas. Entre otras cosas, la peletera Elena Benarroch rompió su amistad de 40 años debido a unos artículos de Mario simpatizando con los árabes tras su visita a Palestina.
Según LOC, Preysler ya anunció a Mario que adoptaría un perfil bajo y no acudiría a todos sus actos públicos, como a todas las corridas de toros, a las que ella no es especialmente aficionada. En el horizonte cercano queda la boda, aunque Mario sigue pendiente de obtener el divorcio en su país natal.