Juan Echanove conoció a su segunda mujer en un Festival Gastronómico

Cumple uno de nuestros más acreditados actores cincuenta y seis años este sábado, primero de abril. El madrileño Juan Echanove ha triunfado en el cine, la televisión y el teatro gracias a su talento, a la manera con la que aborda cada trabajo, estudiándolo concienzudamente. Él, modestamente, nos dijo un día sentirse a gusto como "actor de reparto", o secundario. Cuando la mayor parte de su biografía artística la ha asumido como protagonista, sin ser un galán al uso ni apoyándose en su físico, más propio, efectivamente, para papeles de menor entidad. Su caso es infrecuente porque por encima de condicionantes al uso ha impuesto su quehacer interpretativo. Superó una época en la que le recordaban continuamente los kilos que pesaba. De lo cual, al menos una vez, sacó provecho: cuando no lo admitieron en el servicio militar por sobrepeso.

Inesperadamente se deslizó hace días un comunicado suyo manifestando que se iba de Cuéntame…, y no precisamente por voluntad propia. No adujo las razones del abandono de la serie, en la que desde hace doce años venía ejerciendo de Miguel Alcántara, hermano del protagonista (Imanol Arias). Un total de alrededor de doscientos capítulos en los que aportó su bonhomía amén de muchos recursos aprendidos en su ya larga vida artística –cerca de cuarenta años-, que tuvo su arranque con El caso Almería, en 1983 y poco después Turno de oficio, una popular serie de televisión, donde ejercía de barbilampiño y primerizo abogado, precisamente la carrera que en su vida real había abandonado en segundo curso de Universidad. Con Turno de oficio alcanzó una notable popularidad junto al veterano Juan Luis Galiardo, con quien emprendería mucho más tarde alguna aventura empresarial.

Juan Echanove tenía problemas con la productora de Cuéntame cómo pasó. Probablemente no se consideraba bien pagado; tal vez pretendía mayor presencia en cada capítulo. Lo cierto es que deja la serie. No se va a quedar en paro, porque ya lo han contratado para otra, La zona, de la productora Movistar en su plataforma de pago. Un "thriller" contemporáneo en cuyo reparto aparecerán, entre otros, Emma Suárez, Eduard Fernández, Sergio Peris-Mencheta y Carlos Bardem. Es una especie de "road movie". Pero, además, Juan Echanove tiene pendiente este mes el estreno de Los sueños de Quevedo, donde incorporará al genio del Siglo de Oro, con la Compañía de Teatro Clásico. No todos los actores de su generación, y mucho menos los más jóvenes, podrían presumir como él de poseer una técnica y unos conocimientos que le permiten subirse a un escenario y mostrarse convincente con un texto clásico o contemporáneo, en comedia o en drama, en verso incluso. Y dirigir asimismo algunas piezas, como consta en su "curriculum". El mismo actor que en el cine o la pequeña pantalla se muestra con absoluta naturalidad. Tiene una estupenda voz, es de los que saben escuchar, y mostrar una mirada expresiva.

La popularidad que disfruta Juan Echanove desde hace mucho tiempo no ha sido reflejada apenas en las revistas del corazón. Gran culpa la tiene él mismo, enemigo de que se conozcan detalles de su vida privada. Es un formidable cocinero, "gourmet" más que "gourmand", aunque por su aspecto nos parezca que "tiene un buen saque" a la hora de sentarse a una buena mesa. Ya se desenvolvió con absoluta soltura y autoridad en Un país para comérselo, donde junto a su entrañable compañero, Imanol Arias, nos contaban sus idas y venidas por España en busca de la singularidad gastronómica de muchos lugares, no precisamente siempre los de restaurantes de cinco tenedores u otros habituales en las guías turísticas. Hasta se metió en algún negocio relacionado con esa pasión. Y escribió, además, un libro: Cocina para novatos, donde aleccionaba a quienes no pisaron jamás una cocina o incluso los amantes de ella pero que ignoran detalles importantes como hacer bien la compra, aplicar trucos y preparar deliciosas recetas para varios comensales.

El amor que ahora disfruta con su segunda mujer tiene que ver con esa afición por los fogones, ya que se conocieron en un evento gastronómico, Madrid-Fusión y al poco tiempo optaron por iniciar una feliz convivencia, rematada con una íntima boda de carácter civil en la tierra de ella, Rocafort, provincia de Valencia. No llegaron a la docena los invitados, siguiendo la forma de ser del novio, absolutamente defensor de su intimidad. Ella se llama Cuchita Lluch y contaba ese 14 de mayo de 2015 cuarenta y nueve años, cinco menos que el contrayente.

Presidenta de la Academia de Gastronomía Valenciana, cargo que, nada más conocerse, le sirvió al querido actor para entablar una interminable conversación. Aportó ella dos hijos ya mayores, fruto de dos matrimonios, en tanto Juan Echanove un varón, llamado como él, hoy con veinte años, del que siempre habla orgulloso. Es una excepción dentro de esa conducta discreta. Ignoramos, ya que él nunca se ha referido a ello, si llegó a casarse con Soledad, la madre del chico, sobre la que nunca habló con ningún informador, salvo en contadísimas ocasiones, citándola a mitad de los años 90 sólo como "mi compañera", sin citar para nada su identidad.