Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa vuelven a darse un baño de prensa rosa, ocupando una nueva portada de ¡Hola! La pareja parece estar anticipando su boda, o su luna de miel, en un extenso reportaje con entrevista a la reina de corazones donde ella trata de resumir el "placer" que supone viajar con el escritor peruano.
"Mi amor, mira qué cosa más bonita he dicho en la entrevista... que cada viaje contigo es como una luna de miel", le dice ella, muy coqueta, mientras le acaricia el pelo. Preysler deja caer así la posible boda en el viaje a Colombia y Perú que ahora mismo afrontan, que ella define como "una luna de miel". Él, arrebatado, solo puede contestar: "Quien no te conozca, que te compre, mi vida", con una actitud que la revista describe como "arrebatado mientras le besa la mano que le mesa sus mechones blancos".
Cabe señalar que, precisamente, la portada llega justo después del 81 cumpleaños de Mario Vargas Llosa. "¿Boda este año? No tenemos ninguna prisa. Es más, estamos fantásticamente bien como estamos. Somos muy felices así y, por el momento y a estas alturas de la vida, no vemos la necesidad de cambiar nuestra situación", explica Preysler.
Ella no quiere cambiar nada porque, precisamente, todo va bien. "No me resisto a nada... solo me resisto a estropearlo. Estamos tan bien como estamos que no quiero tocar nada para que cambie", dice ilusionada.
Para Mario, naturalmente, solo existen buenas palabras: "Me sigue sorprendiendo su humildad y su solidaridad. Y su curiosidad, que, yo creo, es la base de sus extensos conocimientos. Todo ese conjunto de cosas es lo que me maravilla de él cada día". Y remata: "Estoy viviendo un momento de felicidad absolutamente inesperado a estas alturas de la vida".
Y es que la pareja no deja de hacer planes para el futuro. "Me gustaría mucho conocer India. No he ido nunca y estoy deseando hacerlo. La verdad es que tenemos muchísimos viajes programados, más de los que vamos a poder cumplir".
Preysler incluso ofrece su ayuda al Nobel a la hora de escribir sus textos. "Mario, de vez en cuando, me deja leer sus escritos para que le dé mi opinión. No sé si la tiene mucho en cuenta, pero la verdad es que me encanta que lo haga y disfruto mucho leyéndole". Así de compenetrados están.
Muchos planes por hacer, demasiados, pero aún así, la pareja sigue gozando de salud. "Me cuido mucho menos de lo que la gente piensa. A la genética tengo que agradecer el poder comer todo lo que quiera sin engordar. Pero la disciplina y los cuidados son imprescindibles", dice Isabel Preysler.