Demasiado tranquila estaba Lydia Lozano en las últimas semanas tras la marcha de Kiko Hernández, el colaborador que conseguía sacarla de quicio cada tarde en Sálvame. "Hacía tiempo que Lydia no se llevaba un soponcio", dijo con sorna el presentador Jorge Javier Vázquez tras una de las discusiones más duras que se recuerdan entre dos colaboradoras. La otra protagonista de la disputa fue María Patiño, que aunque se mostró más calmada, dejó en evidencia su indignación con la periodista.
Todo comenzó tras una información sobre Kiko Rivera ofrecida por Lydia, que no terminó de convencer al resto de colaboradores. Minutos después, María Patiño desmintió la noticia para sorpresa de su compañera y los ánimos comenzaron a caldearse. La reacción de ambas fue llamativa e incomprensible para los espectadores, que desconocían que la discusión había comenzado horas antes fuera de cámara.
Lydia Lozano, con el rostro totalmente descompuesto, comenzó a llorar para sorpresa del resto de colaboradores, que intentaron calmarla argumentando que es habitual que en el mundo del periodismo las noticias sean desmentidas. Sin embargo, María Patiño señaló que en realidad Lydia no estaba llorando por eso. Y es que ambas tuvieron una fuerte discusión fuera del programa,de la que no quisieron dar más detalles. "No vas de frente", le dijo Patiño a su compañera, a lo que ésta contestó dolida: "Soy incapaz de desmentir la información de un compañero en directo. Lo hablo con él detrás antes de hacerlo.".
Por el bien del programa, el presentador calmó la situación y ambas reconocieron que se habían exaltado demasiado. "Te pido mil disculpas por mi comportamiento previo al programa. No dudes nunca, si te sirve de algo, en llevarme la contraria. Porque de esto nos nutrimos, de maneras de pensar contradictorias. Nadie se merece que le hablen como yo te he hablado a ti en privado", señaló Patiño conciliadora.
Lydia, más tranquila, aceptaba las disculpas: "No entendiste lo que quise decir, pero te vi tan enfadada que pensé 'déjalo estar, María es así'. Me he sentido fatal porque vi tu reacción y creías que yo actué con una mala intención de narices. Si piensas así, me conoces muy poco y tendría que pedirte yo disculpas, pero de verdad que no fue con mala intención".