Un absurdo error en la entrega del Oscar a la mejor película de este año ha situado al veterano Warren Beatty en la picota de todas las críticas de medio mundo. Aun cuando se investiguen las causas claro está que el actor no fue culpable de semejante desaguisado, aunque no tuviera los suficientes reflejos para advertir tamaño error, dando la impresión que le pasaba la papeleta a su antigua compañera, Faye Dunaway. El caso es que el nombre de este galán más que otoñal, que el 30 de este mes cumplirá los ochenta años ha vuelto a estar de boca en boca de los cinéfilos y seguidores de la retransmisión de los premios cinematográficos de Hollywood. Si está en posesión de una filmografía muy apreciable también acumula una sucesión de romances que lo sitúan como uno de los seductores más potentes y activos de la Meca del cine.
Echando mano de la biografía del actor escrita por Peter Biskind publicada en 2010 con el título Star: How Warren Beatty seduced América nos encontramos con un rosario de conquistas verdaderamente sorprendentes. Parte este autor de una cifra que estima en 12.775 las mujeres que pasaron por los brazos del actor, hasta el año mencionado. Imaginamos que utilizó el humor para cuantificar tamañas hazañas amatorias. A razón de dos amantes cada tres días. Lo cierto es que se hace eco de lo que siempre se dijo en Hollywood: que Warren Beatty era de esos actores que se encamaba con todas las estrellas con las que trabajaba, amén de aquellas otras que apenas aparecían en la pantalla. Iba como aquel que dice detrás de las primeras faldas que veía. No obstante, acerca de sus preferencias, sabemos que le excitaba mucho "llevarse al huerto" cualquiera de las actrices que estuvieran a tiro y fueran poseedoras de un Oscar o estuvieran a punto de conseguirlo.
La facundia del biógrafo a la hora de situar la primera vez que el galán se fue con una mujer la tenemos en este dato: Warren Beatty perdió la virginidad a los veinte años. Parece ser que su primer "ligue" con una conocida actriz fue con Jane Fonda, que en 1961 estaba rodando Parrish. Él era entonces un absoluto desconocido y ella una aspirante a estrella con un apellido muy celebrado. Rodaban una escena romántica en la que tenían que besarse con furia. Pero el joven se encontraba cohibido y Jane Fonda pensó si sería gay. Intervino el director, Joshua Logan: "Muchacho, ¿es que tienes miedo a Jane?". Fue entonces cuando Warren Beatty se lanzó hacia su compañera con la mayor vehemencia amatoria que pudo. La pareja hizo luego amistad fuera del estudio y prolongaron escenas más íntimas. Introducido ya en el mundillo cinematográfico obtuvo su primer papel protagonista en 1961. Con muy buen pie. Aquella película que le proporcionó una considerable popularidad era "Esplendor en la hierba". Su compañera fue Natalie Wood. Entre ambos se estableció una encendida pasión, fuera del rodaje. Mantuvieron una larga relación de tres años. Si nuestro seductor ya empezaba a ser objeto del deseo de más de una actriz, Natalie no le iba a la zaga, pues se le conocieron idilios sonados junto a Elvis Presley, James Dean, Frank Sinatra, Kirk Douglas, Steve McQueen y Marlon Brando. Aquel 1961 fue muy intenso para Warren Beatty, pues alternó con otras importantes féminas. Fue el caso de Vivien Leigh, casada con Laurence Olivier (reconocido homosexual, por cierto), que cayó en los brazos de Warren Beatty a las primeras de cambio, rodando "La primavera romana de la señora Stone".
Para redondear aquel año, nuestro amigo se enrolló con Joan Collins, también a su vez coleccionista de jóvenes bellezas masculinas. Se encaprichó de Warren Beatty tras cruzar sus miradas una noche en el restaurante La Scala, en Beverly Hills. En seguida decidieron convivir una larga temporada cuando él había acabado su idilio con Jane Fonda. Siempre espontánea y sincera, Joan Collins habló públicamente sobre su pareja, una vez terminado su romance con un productor cinematográfico: "Warren no para de hacer el amor. Debe ser por la cantidad de vitaminas que toma a todas horas. Si continúo con él más tiempo en pocos años me quedaré consumida". Preguntada por el número de veces que "hacían el amor" diariamente, ella diría que unas siete "pero yo ya me limito a estar tumbada mientras él no para".
Otra mujer muy relacionada sentimentalmente con Warren Beatty, con la que vivió una tempetuosa relación que a ella la marcó profundamente fue Julie Christie. Rodaron varias películas, como El cielo puede esperar y Shampoo.
Y sin entrar en detalles íntimos sepan qué otras mujeres se encamaron con el actor norteamericano, empezando por la francesa Leslie Caron, con quien le ocurrió algo desconcertante. Resulta que la dulce protagonista de Gigí estaba casada en segundas nupcias con el director Peter Hall cuando de pronto apareció en su vida Warren Beatty. Eso determinó que el abogado de aquel pleiteara con Leslie Caron con la cantinela de que el entrometido había sido el causante del divorcio de ese matrimonio. Por lo tanto, el juez sentenció que Beatty debía pagar las costas del juicio.
Hubo otros amores que llevó con cierta discreción, caso del que mantuvo con María Callas. Y a su larga lista de estrellas que pasaron por su cama hay que agregar las siguientes: Brigitte Bardot, Cher, Daryl Hannah, Raquel Welch, Barbra Streissand, Britt Ekland (la ex de Peter Sellers), Margaux Hemingway… Faye Dunaway, con quien compartió protagonismo en Bonnie and Clyde, igualmente se convirtió en su amante fuera del rodaje. Al igual que la primera bailarina Maya Plisetskaya y la francesa Isabel Adjani. Puede que el nombre que escriba a continuación haya que ponerlo en cuarentena pero el biógrafo de Warren Beatty cree que pudo acostarse también con Jacqueline Kennedy, obviamente después de la desaparición trágica del Presidente. Lo que está probado es que se fue al catre con la siempre belicosa Madonna, con quien coincidió en la película Dick Tracy. Dos obsesos del sexo, pensaron los cronistas de Hollywood. En esta relación él advirtió que se había convertido ya en un hombre mayor para contentar a una mujer como la cantante rockera. Y lo dejaron al poco tiempo. Con Diane Keaton estuvo una temporada, a pesar de que ella pensaba que no era el tipo de mujer que persiguiera Warren Beatty. Pero no les fue mal mientras rodaban Rojos. Y de nuevo recurriendo al biógrafo del galán nos dejó la perla siguiente: vio un día a Carole King, que esperaba un niño y quiso conquistarla para ver lo que pudieran sentir ambos estando ella embarazada. Aunque no se atrevió a consumar su deseo.
Ya con cincuenta y tres años decidió sentar la cabeza y casarse: con la bella actriz Annette Bening. Coincidí con ambos cuando en 1993 vinieron a Madrid a promover su película Bugsy. Primero compartí un desayuno con ella, quien me contó lo siguiente: "Él quería conocerme para hacer juntos una película aunque pasó mucho tiempo hasta que la rodamos. Y un mes antes de que naciera nuestra hija Kathlyn decidimos contraer matrimonio". Al día siguiente estuve con Warren Beatty, quien me confió: "Es la mejor actriz que he encontrado en mi vida. Por eso la he convertido en mi esposa. Confieso, además, que ser padre es fascinante". Luego tendrían tres hijos más: Benjamín, Ella e Isabel. Los veintidós años de diferencia no han sido obstáculo para su felicidad. Quede para las historias de romances de Hollywood que Annette Bening consiguió que un incorregible amante como Warren Beatty perdiera la soltería. Una hazaña, oigan. Woody Allen decía sobre su amigo: "Quisiera reencarnarme en las yemas de sus dedos". Respecto a su glorioso pasado con tantas mujeres, el interesado dejó para la posteridad este pensamiento: "No hay un solo amor en esta vida".