Tamara Falcó ha sorprendido a propios y extraños anunciando en su cuenta oficial de Instagram el final de su blog 33&OtherStories, principal producto de sus relaciones profesionales con la revista ¡Hola!, donde es una presencia habitual y además, mantenía ese blog del que acaba de publicar la última entrada. La noticia viene tras el disgusto de la hija de Isabel Preysler con el último reportaje de la revista en el que ella aparecía, publicado en noviembre, donde considera que no salió especialmente favorecida.
El texto que ha escrito Tamara Falcó en su red social explica que la revista publicó unas fotos en las que se "focalizaron en sus peores ángulos". Aunque en un principio Tamara decidió callar, ha sido ahora, cuando ha recuperado su figura habitual tras estabilizarse su problema de tiroides, cuando ha decidido publicar una nueva imagen que subraya las diferencias con el trabajo de ¡Hola! También se ha defendido de las posibles críticas por su marcha en Twitter, remitiendo a su último escrito para la publicación.
"Hay miles de formas en las que una persona que está con sobrepeso puede sacarse partido. Esta foto está sin retocar y es de hace dos semanas. Os doy mi palabra", explica, mostrando una imagen en la que muestra su renovada figura, realizada por Andie Gómez Acebo. Y reflexiona: "Una buena fotógrafa es la que ve cómo puedes salir más favorecida".
"Desafortunadamente el reportaje que hice hace unas semanas se me presentó con esa intención, pero después obligaron al fotógrafo a entregar fotos sin que yo las hubiese visto, incluso amenazándole... después me pidió perdón y me duele haber sido traicionada por una amiga. En fin...".
Y reflexiona: "Cuando se lo comenté a mi madre me dijo 'si me lo hicieron a mí cuando falleció tío Miguel... imagínate...'". Tamara se agarra a su fe religiosa para superar el final de esta longeva relación profesional y, también, personal: "Es verdad que aprovecharte de alguien cuando está pasándolo mal para vender más ejemplares, te decepciona. Al final, tan sólo te causa misericordia por lo vacío que esas personas han de estar por dentro".