La crónica rosa de Es la mañana de Federico contó con Beatriz Cortázar, Rosa Belmonte y Emilia Landaluce para hablar de todos los temas del corazón. Como, por ejemplo, la "profunda decepción" que ha sido la última entrega de Las Campos, que –según opinó el director de Es la mañana, Federico Jiménez Losantos– prometió que "iba a ser tremendo" y simplemente fue "aburrido".
¿La razón? Según convinieron en la mesa de la crónica rosa, fue un tono que no era particularmente "escandaloso", y que además trató de abordar la faceta más sentimental de la vida de María Teresa y Terelu.
"Da la impresión de que no se pueden ver entre ellas y que Bigote es un aerolito que nadie soporta. Llega con esa falsa naturalidad que la cámara capta siempre, hay un halo de distancia entre todos".
No obstante, según la periodista Beatriz Cortázar, el hecho de que la tensión se corte con un cuchillo no es lo que parece: "Tienen una forma de ser que parece así, pero Teresa hace el reality por sus hijas, ella no hace esa clase de exposición publica. Tienen una forma de ser, de hablarse, de comportarse que, si no las conoces, parece que se matan, pero no".
Y es que, a diferencia de las anteriores entregas, caracterizadas por los golpes divertidos, en esta se quiso abordar otro tipo de sentimientos. La vuelta al origen, a su Málaga natal, el triste episodio del suicido de su marido... No obstante, tampoco se trataron con profundidad, hasta el punto de que María Teresa no contó nada y acabaron explicando la situación con un letrero informativo.