Cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo en televisión, va Telecinco y vuelve a sorprendernos. Hace unas semana conocíamos el novedoso casting que haría Sálvame para elegir a los sustitutos de Rosa Benito y Raquel Bollo(¿es que nadie va a pensar en Karmele?). Una especie de reality en el que los concursantes deben probar sus aptitudes para ser un buen colaborador desde el balneario de Panticosa, con pruebas de calidad tan contundentes como tirarse desde una tirolina o hacer la croqueta en la nieve.
El casting prometía, pero no por el currículum de los concursantes, sino por los perfiles polémicos que habían elegido. Y no han defraudado. Esta semana hemos podido asistir, en horario infantil, a algunas de las escenas más sonrojantes que se han visto en la televisión en los últimos años: agresiones físicas y verbales, cuernos que terminaban con pedida de matrimonio y, sobre todo, mucha vergüenza ajena.
Hay que empezar analizando el papel de Carlos Lozano, que intenta hacer creer a la audiencia que su papel en el concurso es el de presentador, pero nada más lejos de la realidad. Él sabe que al compartir programa con su exmujer, no iba a poder mantenerse al margen de las polémicas. De hecho, esta semana protagonizaban un capítulo digno de la mejor telenovela, en el que la villana Mónica Hoyos se enfrentaba duramente a Miriam Saavedra que le contestaba al grito de "¡Desubicada!".
También está destacando Jesús Tomillero. El árbitro gay está siendo una de las estrellas del reality al protagonizar un bochornoso espectáculo en el que han salido a la luz hasta siete infidelidades a su pareja. Pero no penséis que su novio se ha metido bajo tierra: con la cabeza bien alta, ha decidido sacar a pasear su cornamenta y en un acto de autohumillación, se vestía de tigre y pedía matrimonio en directo al árbitro. Sublime.
Destacan también Chiqui y Jordi Martín,que encabezaron una fuerte discusión en la que el paparazzi hizo mofa de la infidelidad del marido de la concursante con una brasileña. Sin pensarlo, Chiqui cogió un vaso de agua y lo arrojó a la cara de Jordi. Pero esta no ha sido la única agresión, a punto estuvieron de llegar a las manos el paparazzi y Jesús Tomillero, tras decir que había visto a Jordi besar a la periodista Laura Fa.
Hasta el momento, Pilar Soto ha sido la primera expulsada por el público y Jordi Martín ha tenido que abandonar el concurso tras una expulsión disciplinaria por sus continuas broncas, amenazas, bromas pesadas y faltas de respeto. Pero, ¿acaso no era lo que querían?