Lo que en un principio era una simple reacción alérgica y un pinchazo para calmarla, se complicó hasta el punto de acabar casi dos semanas en el hospital. A pesar de ser una mujer fuerte, María José Campanario ha pasado por unos días complicados en los que se llegó a temer por su vida: "Tenía que haber hecho caso a Jesús y haber venido antes al hospital", comenta en la revista ¡Hola!.
La pesadilla de Campanario comenzó cuando se dirigía a hacer un curso de odontología en el extranjero y, debido a una fuerte reacción alérgica, le tuvieron que suministrar una inyección intramuscular. Unos días después, comenzó a sentir molestias en el lugar del pinchazo y, al volver a España, ya lo tenía muy hinchado. "Fui al ambulatorio y me pusieron una inyección de corticoides. Pero seguía estando mal, con algo de fiebre; no me encontraba bien, pero tenía trabajo y cursos y no podía parar por esto". La odontóloga reconoce que "no tenía que haber aguantado tanto". "Yo soy así de bruta cuando se trata de responsabilidad", confiesa a la revista.
De lo que está más orgullosa Campanario es del apoyo que ha recibido de su familia y comenta la preocupación que ha tenido su marido desde el ingreso "cuando le dijeron que había que operar de urgencia, es lógico que se preocupara". Eso sí, ha querido desmentir los rumores que hablaban de testigos que aseguraban haber visto al diestro llorar en la sala de espera: "Conociendo a mi marido, no creo que se ponga a llorar delante de gente. Si se lo dices, seguro que se ríe. Es el hombre más tranquilo del mundo y sí, estaba preocupado, normal, pero no creo que estuviera llorando por los rincones".