Alba Carrillo sigue acaparando páginas y más páginas de la actualidad rosa de nuestro país. Desde que saliera a la luz la noticia de su divorcio de Feliciano López, la modelo no deja de generar titulares y mandar mensajes al tenista a través de sus redes sociales. Al menos esa parecía ser su estrategia pero ahora Alba ha cambiado de abogada y su divorcio está en manos de Teresa Bueyes.
El divorcio del año ha sido uno de los temas de la crónica rosa de Es la mañana de Federico, que ha contado con la Paloma Barrientos, Rosa Belmonte y Carlos P. Gimeno. Una "nueva Alba" gracias a la nueva estrategia que prepara Bueyes, que "ha decidido empezar desde cero", según desveló Barrientos y que, según opinó Federico Jiménez Losantos, le dirá "lo que le conviene en un juicio", no lo que quiere oír, como ocurría con la anterior.
En la crónica se han comentado datos muy reveladores sobre Alba Carrillo que ella misma ha desvelado. Al parecer, la modelo sufre una depresión y está yendo al psiquiatra, pero no no se trata de una consecuencia de su turbulento divorcio del tenista, sino que ya la sufría durante el matrimonio y su marido "no le hacía caso". Este tema podría ser una gran baza para su nueva abogada, ya que según Federico, a Alba "le interesa pactar".
Él le dijo en su momento que no pudieron firmar antes la separación de bienes porque él está viajando todo el tiempo. Se firmó en diciembre una cláusula por anulación de los seis meses anteriores y ése será uno de los puntos de batalla. La modelo pide una pensión compensatoria de 120.000 euros.
Pero nada servirá si Alba no lleva con discreción el escabroso tema del divorcio. ¿Será capaz de mantener silencio? Según Barrientos, dejará de hablar "el día que se enamore y tenga nueva pareja". Ese día podría estar cerca, ya que últimamente se la ha podido ver muy sonriente con un atractivo joven que se dedica a la moda. Es posible que el perfil bajo de Alba Carrillo esté cerca y sólo depende de ella.