De los setenta y cinco años cumplidos el pasado 24 de octubre Beatriz de Orleans ha mantenido casi medio siglo, hasta la fecha, su condición de princesa, en virtud de su matrimonio en 1967 con el príncipe Michel de Francia, hijo de los Condes de París; unión rota en 1994. Aunque la separación desde entonces no derivó en lo que hubiera sido lógico, el divorcio de la pareja. ¿Por qué? Más que probable gracias a un acuerdo entre ambos para que Beatriz no se viera perjudicada, perdiendo su título aristocrático. Que es lo que le sucederá en la primavera próxima cuando su ex marido contraiga segundas nupcias con una dama francesa aunque de ascendencia española, Bárbara de Posch Pastor, conocida entre los suyos como "Boubou". Ésta ya estuvo también casada con un descendiente de la familia Hennesy, los del acreditado coñac. El príncipe Michel tiene setenta y cinco años, casi los mismos que la novia y han fijado ya el lugar de sus esponsales: el castillo de Meneton-Salon, junto a Orleans.
La pérdida de su título no cabe duda ha afectado a Beatriz de Orleans, aunque no lo haya hecho público. Mujer encantadora, cuenta con muchos amigos en Madrid, donde reside desde hace cuatro décadas. Los cronistas de sociedad, sobre todo los relacionados con la moda, los cosméticos y perfumes, saben de su buen quehacer como relaciones públicas y trato con los medios de información, desde que fuera nombrada consejera-delegada de la importante firma Christian Dior. Cuando hace unos años fue relevada de ese cargo de manera no muy diplomática y nada satisfactoria para sus intereses la vida de Beatriz de Orleans sufrió un notable cambio que alteró no sólo su ritmo diario, sus costumbres: es que económicamente le supuso un duro revés y hubo de cambiar de vivienda, alojándose en 2014 en un piso del madrileño barrio de Salamanca, amplio pero compartido con otros residentes: un profesor de religión, amigo suyo, la madre de éste y un organista. Pagaba quinientos euros al mes. Evidentemente para quien como ella gozara durante treinta y pico años de un "status" social elevado, eso le significó, como mínimo, un choque psicológico, que ha ido superando poco a poco, con la elegancia espiritual –aparte de la otra- que siempre le caracterizó.
Desde luego, como ha recalcado en más de una ocasión, pese a su título principesco nunca fue millonaria. Pero hubo de adaptarse a esa inesperada alteración de su existencia. Nacida Beatriz Pasquier de Franclieu, es hija del conde Bruno Marie y de una marquesa. Su progenitor fue asesinado por haber sido un colaboracionista del régimen de Vichy encarnado por el general Pétain. Precisamente cuando Beatriz contrajo matrimonio en Casablanca el 18 de noviembre de 1967 con Michel de Orleans, la familia de éste vio con malos ojos aquel enlace, muy en concreto por la actividad que el padre de ella sostuviera durante la ocupación nazi en Francia durante la II Guerra Mundial. Pero los novios hicieron caso omiso del malhumor del Conde de París. Su hijo Michel hacía tiempo estaba distanciado de la autoridad paterna, vivía espléndidamente en Marruecos donde atendía una importante empresa de obras públicas. ¿Qué podía importarle que el Conde sostuviera que aquel matrimonio no dinástico traicionaba las más rancias esencias de los Orleans?
Michel se había enamorado de Beatriz en las aulas de la Facultad de Ciencias de París. Desde el primer día de su casamiento ella se convirtió en princesa real, de la mismísima Casa de Francia, aun cuando en el país galo el régimen gubernamental sea el de una República y no haya indicios de que de la noche a la mañana vuelva a implantarse la Monarquía. Fue en el siglo X cuando Hugo Capeto, Conde de París, fuera coronado exactamente en el año 987 el primer Rey de Francia. De él descienden los Orleans, enfrentados en los últimos tiempos a los Borbones, quienes sostienen ser los verdaderos herederos de la Corona francesa. Es la batalla que esgrimen los llamados legitimistas, creyendo como sucesor a título de Rey a Luis Alfonso, hijo menor del Duque de Cádiz y María del Carmen Martínez-Bordiú, en tanto sus oponentes no tienen duda alguna que es Enrique de Orleans el verdadero aspirante al trono. Hermano de Michel y por tanto ex cuñado de Beatriz. Esta es madre de cuatro hijos habidos durante su matrimonio con Michel, hijo de los Condes de París, a saber: Clotilde, nacida en 1968; Adelaida (1971); Carlos Felipe (1973) y Francisco Carlos (1982).
Se le atribuyen a Beatriz de Orleans en el pasado estas declaraciones, entre otras que hemos seleccionado: "El lujo es una necesidad que empieza cuando acaba la propia necesidad". O esta otra perla: "Nosotros no tenemos nada que demostrar. Es algo que se lleva en la sangre. No es lo mismo comer desde pequeño en una mesa de caoba que en una de plástico y con servilletas de papel". Y, además, sobre la elegancia, he aquí su definición: "Es una raya invisible entre el exceso y lo justo, y no se puede alcanzar yendo pintada a la playa o llena de joyas". Ha publicado algunos libros sobre sus experiencias profesionales. Y aunque lleva ya años suficientes viviendo en España, no ha podido sustraerse a su marcado acento francés. Es algo en ella que le otorga un toque decididamente "chic". Nada mejor que tenerla aquí en nuestra sección así llamada.