La extraña desaparición de las Kardashian
Las televisivas hermanas han experimentado cómo la sobreexposición de sus vidas puede ponerlas en peligro.
Desde que Kim Kardashian sufriera un robo de joyas por valor de 10 millones en su apartamento de París, el klan más mediático del mundo ha cambiado sus hábitos de comportamiento. El suceso ha supuesto un antes y un después en la vida de las hermanas que han decidido poner freno al goteo diario de imágenes en sus redes sociales.
Si hablamos de famosas que llevan tiempo sin actualizar sus perfiles públicos, la noticia no tiene ninguna importancia. Si hablamos de las Kardashian, su desaparición es más que notable, porque su fama se basa en vendernos su vida, ya sea a través de su reality Keeping up with the Kardashians, o de sus perfiles de Instagram, en los que comparten fotos de forma compulsiva.
Desde hace tres días, Kim, Kourtney, Khloé y su madre Kris se han borrado de la red. Nada de Twitter, Instagram o Snapchat. La sobreexposición de su imagen llevó a los ladrones de las joyas de Kim a hacerse una perfecta idea de lo que buscaban. Porque no es muy difícil saber qué poseen las hermanas dado que sus perfiles están llenos de fotos de bolsos y zapatos de marca, joyas, coches, mansiones... porque ellas se lo pueden permitir y les gusta presumir de ello.
Es posible que la familia decida dar un giro a su estrategia de imagen. Al menos de momento parece que se lo están pensando. Claro está que ni la estrella de televisión ni nadie merece sufrir un robo, pero enseñar joyas valoradas hasta en 4 millones de euros es una clara tentación para los ladrones y una incitación para que se las intenten robar.
Poco se sabe sobre qué harán a partir de ahora y cuándo reaparecerán. El próximo 14 de octubre Kim tenía previsto acudir a una clase magistral sobre sus famosas técnicas de maquillaje junto a su amigo el maquillador Mario Dedivanovic. La cita, que iba a tener lugar en Dubai, se ha cancelado debido a los "acontecimientos" de los últimos días.
Según ha asegurado una fuente a la revista People, "Kim está en estado de shock y culpándose a sí misma. Está arrepentida de haber mostrado el anillo en su perfil de Snapchat y de haberlo llevado todo el tiempo. El incidente ha hecho que se esté cuestionando muchos aspectos de su vida: cómo se viste, lo que hace...". La pérdida material no es algo importante si tienes todo el dinero del mundo, pero está claro que si tu vida puede correr peligro, hay algo que falla. Mientras su marido Kanye West quiere volver a la normalidad comprando otro diamante idéntico, Kim "no quiere pensar en ello" de momento.
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