José Fernando Ortega y Michu han vuelto. Porque, en efecto, habían roto... aunque al final, no. El hijo del diestro Ortega Cano y la desaparecida Rocío Jurado había confesado su ruptura con la joven Michu, que según su familia es la principal causante de su recaída en ciertos hábitos perjudiciales para su salud. Solo hace falta recordar la falsa exclusiva del embarazo a una revista del corazón, o sus diversos altercados domésticos, para constatarlo.
No obstante y a tenor de unas fotografías difundidas en redes sociales, la pareja sigue viva y coleando: las imágenes de ambos pasándolo muy bien en la discoteca de Chueca, Malamala, en Madrid, así lo atestiguan. La pareja acudió con amigos a un bolo de Víctor Sandoval, que subió a internet las fotografías de la pareja disfrutando de lo lindo la noche madrileña.
Una foto publicada por Victor Sandoval (@victorsandovalbcn) el 17 de Sep de 2016 a la(s) 9:53 PDT
Mientras, la preocupación de su familia no hace sino aumentar. Bien es cierto que los Ortega tienen a hora multitud de frentes abiertos, con la boda de Rociito (a la que no estuvieron invitados) y otros asuntos derivados del legado de Rocío Jurado, como ese museo que parece destinado a no abrirse, fracturando y partiendo literalmente en dos a la totalidad de la familia. Pero las adicciones de José Fernando y su resistencia a renunciar a las malas compañías son otro de los temas que les afectan.
El responsable de la imagen, en todo caso, es Víctor Sandoval, que en declaraciones a Kiko Hernández, ha aclarado que la pareja acudió al local a presenciar su Sandovalízate. "No le reconocí, cómo era lo último que me esperaba. Y me dice: 'Soy José Fer'. Mi cara era un poema porque no caía, hasta que vi a Michu y me cambió la cara", explicó Sandoval en Telecinco.