Luis Rollán ha tenido una semana de lo más ocupada. El periodista ha tratado explicar su supuesta traición a Laura Matamoros en la revista Diez Minutos, y también en el Sálvame Deluxe de la noche del jueves. Pero aparte de negarlo todo destapó algunos oscuros acontecimientos por el camino. Cabe señalar que también someterá al polígrafo en la edición del viernes del exitoso programa de Telecinco, que nombrado a Rollán como el "hombre más buscado" a raíz de los acontecimientos, por lo que el culebrón continuará este mismo fin de semana.
Todo ocurrió a raíz de la denuncia de Jordi Martín, fotógrafo con el que Rollán colaboraba, asegurando que el colaborador traicionaba a los famosos para vender exclusivas. Todo un ataque a la integridad de amigos y clientes de su restaurante que ha perjudicado mucho a Rollán, que para más inri se tendrá que someter en septiembre a una dura operación coronaria.
Laura Matamoros, Ylenia Padilla, Suso... todos ellos amigos personales de Rollán que habrían visto su vida personal descubierta a raíz de la traición de su amigo. "No vivo con un alto nivel adquisitivo: tengo una casa de alquiler y un coche de segunda mano, como muchos españoles", dijo Rollán, para demostrar que no se ha lucrado vendiendo exclusivas.
Rollán, protagonista absoluto de la edición del jueves, negó tajantemente haber traicionado a Laura Matamoros. Por otro lado, reconoce haber pedido dinero por esa misma cuestión, pero explica las razones: "Reclamé el dinero del reportaje de Laura Matamoros para pagar a una persona anónima a la que Jordi le debía dinero".
La tensión era evidente, y Kiko Matamoros -padre de Laura- llegó a desear a Luis Rollán que ojala el dinero que ganase con esta maniobra lo tuviese que gastar en medicinas, refiriéndose a la grave patología coronaria que padece. Rollán tuvo que demostrar con papeles que su enfermedad es real, no una invención.
“Hace tres años se sentó en este programa a hablar de que se estaba quedando ciego y yo no le dije nunca que ojalá se lo gaste en medicinas. Es inhumano lo que ha dicho, eso no se le dice a nadie”, contestó el ofendido colaborador.
Contra quien sí arremetió Rollán fue contra quien inició todo el lío, el fotógrafo traidor, de quien afirmó sentir miedo y sugirió claramente un chantaje: “Jordi ha ido contando que mi marido me había pegado, que me había partido una vela en la cabeza o me dio con un bate de béisbol. Habla de conflictos familiares, infidelidades, de lo que haces en la cama, y hace en una cama se queda en mi cama".