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Los millones de Alejandro Sanz (y el asunto que le ha amargado estas semanas)

Un penoso capítulo le ha amargado la vida estas semanas: su ruptura con quien había sido su representante en los últimos 25 años.

Alejandro Sanz | Cordon Press

Este viernes, 8 de julio ha comenzado la gira musical "Sirope vivo", título que responde al de la mitad del undécimo, último disco de Alejandro Sanz. "Sirope" es uno de los álbumes más vendidos entre los artistas del pop-rock nacional. Sus canciones sonarán en distintas capitales españolas hasta que clausure el "tour", en principio el 10 de septiembre próximo, en Mérida. El artista madrileño está considerado ahora mismo el que mayor difusión tiene fuera de España; el más escuchado, en una palabra, seguido por Pablo Alborán. Hace unos días tomó parte en una gala única en el estadio Santiago Bernabéu en homenaje a Plácido Domingo y allí, Alejandro Sanz hizo entrega de una de sus guitarras al Presidente del club merengue, estampada la firma del cantante en recuerdo de la undécima Copa de Europa ganada por el equipo de sus amores, aunque no quedara en propiedad particular de Florentino Pérez, sino de la Fundación Real Madrid. Y, a propósito de la guitarra: Alejandro Sanz lleva ahora en el equipaje, durante la gira, una muy especial. Hasta ha sido bautizada como "La Maestra". Tiene su pequeña historia. De su fabricación se encargó un reconocido lutier, Antonio Morales. El encargo provenía nada menos que de Paco de Lucía, quien hizo el diseño y eligió una determinada madera para conseguir un sonido determinado para él. Desgraciadamente, Paco no llegó a tenerla entre sus manos: murió hace dos años. Al final, Alejandro Sanz ha logrado ser el dueño de esa guitarra. Admiraba, quería mucho a Paco de Lucía. Éste lo acompañó muchas veces mientras aquel cantaba y hasta hay algunas grabaciones de aquel, como "Mi primera canción" con el toque del genial guitarrista. Otro gran músico que influyó en su vocación fue Manuel Alejandro, su padrino.

Habitualmente, aunque viaje a menudo, Alejandro Sanz tiene fijada su residencia en Miami, pero siempre ha echado de menos España. No sé si mantiene la costumbre de hace años cuando logró que un familiar suyo se fuera a vivir con él para que se ocupara de prepararle diariamente sus comidas de siempre, las que más extrañaba desde que se instaló en el estado de Florida: guisos, frituras, tortillas de patata, paellas… Ahora, de nuevo entre nosotros, sin duda recordará siempre a sus padres, fallecidos tempranamente. Y para comprometerse más con su estancia por una larga temporada en Madrid volverá a ser "coach" en La Voz junto a sus colegas, Malú y Manuel Carrasco.

Un penoso capítulo de su vida profesional le ha amargado la vida estas últimas semanas al compositor-cantante: su ruptura con quien había sido su representante en los últimos veinticinco años, la chilena Rosa Lagarrigue, posiblemente la más influyente en nuestro país dentro del negocio del "show-bussines". La conocí hace mucho tiempo, cuando acababa de firmar contrato con Miguel Bosé, su compañero en las aulas del Liceo Francés. Ya tenía entonces un visible genio, una febril actividad. Pues resulta que hace tres años ambos terminaron de mala manera esas relaciones artísticas. Y ahora ha sido Alejandro Sanz el que la ha dejado; se dice que por disconformidad con las cuentas que ella le presentó últimamente. ¿Quién se encargará en adelante de los contratos de Alejandro? No se sabe aún. Si hubo o no irregularidades en la gestión de Rosa Lagarrigue –que ella se ha apresurado a negar- será algo que sepamos, o no, algún día, porque de momento el artista ha preferido llevar el asunto con la mayor discreción.

Cerca de él tiene a su único hermano, Jesús, que es quien atiende sus negocios y está al frente de una sociedad llamada Gazul. Se han divulgado algunas cifras acerca del patrimonio del cantante. Esto es siempre un enigma, difícil de saber con precisión. ¿Qué estrella del mundo del espectáculo da publicidad a sus posesiones y a sus cuentas corrientes? No obstante se asegura que hace tres años, por ejemplo, Alejandro Sanz facturó, suponemos que en concepto de actuaciones y discos la friolera de quince millones de euros, precisándose asimismo unos activos de más de treinta millones de euros. Llevando un cuarto de siglo en candelero es fácil de colegir que su fortuna sea considerable. Un millonario que no se pavonea jamás en ese sentido. Y los que lo conocen de cerca dicen que no suele darle mucha importancia al dinero, a lo que se ha ganado justamente con su talento, su trabajo. Qué distinto es, por poner un ejemplo, el endiosado Luis Miguel.

Aun siendo madrileño, Alejandro Sánchez Pizarro que vivió en dos barrios durante su infancia, adolescencia y primera juventud (Pueblo Nuevo y Moratalaz), se ha sentido por otra parte siempre muy andaluz, por herencia y costumbres de sus padres. Y en sus gustos musicales siempre ha estado el flamenco, porque su progenitor tenía un trío de corte aflamencado y fue el primero en transmitirle esa pasión por el cante jondo y la guitarra. Alejandro Sanz se ha sentido feliz de componer canciones para artistas de su tierra: Pepe de Lucía, Tijeritas, Azúcar Moreno, Malú… Lo curioso es que siendo en su adolescencia un seguidor del rock duro también disfrutaba interpretando sevillanas con uno de los primeros conjuntos de aficionados donde inició su carrera. Así, con sus sentimientos y querencias sureñas puede comprenderse mejor que compusiera su canción más popular: "Corazón partío". Decía esto: "Es de esas canciones que se quedan ahí, para siempre. Un pequeño homenaje a mis raíces. La letra es un conjunto de imágenes y sensaciones sobre los momentos más felices de mi vida, que han sido los de mi infancia, cuando estaba en el campo con mis tíos en Sevilla, cuando mirando al cielo me di cuenta que existían las constelaciones… "Corazón partío" habla del adiós a ese mundo, a la inocencia. Pero con la idea de que, pase lo que pase, tienes que seguir adelante".

Qué duda cabe que los amores de adolescente marcaron ese mundo de imágenes llevadas a su repertorio. En la antes mencionada "Mi primera canción", él pensaba en Marta, su primera novia en serio, relación que aun con altibajos duró mientras tenía entre trece y dieciocho años. Con ella vivió una aventura: se escapó de casa con un amigo para ir a verla a Galicia, pero las nueve mil pesetas que llevaban para el viaje se agotaron pronto y Alejandro tuvo que ponerse a cantar por las calles para poder alimentarse esos días y pagarse una pensión. Otra novieta que también "le partió el corazón" por un tiempo se llamaba Almudena, de la que se enamoró en un viaje de fin de curso a Palma de Mallorca. Ligues ha tenido "a porrillo", pero no todos dejaban huella en él como para inspirarle una canción. Tuvo un romance con Alba Molina, hija de Lole y Manuel, y cuando ella grabó su primer disco contó con la colaboración de Alejandro. Lo que no le ha gustado nunca es ver su vida aireada en las revistas del corazón y los programas afines de la "tele". En eso se mantiene en sus trece y no desea, por ser un artista conocido, estar sometido constantemente a la persecución de los "paparazzi" o a preguntas en ruedas de prensa referidas a su intimidad. Por lo demás a mí siempre me pareció Alejandro Sanz un tipo amable, simpático y profesional en sus apariciones públicas, alejado de los escándalos de otros artistas de su generación. Y es de los que de verdad y sin darle excesiva publicidad, colabora activamente con entidades caritativas de actividad social o relacionadas con niños enfermos y con problemas. Amén de su compromiso con Greenpeace, que vela por dar soluciones a la situación en el Ártico.

Su vida amorosa, por otra parte, es más que conocida. Jaydy Michel, una modelo y actriz mexicana, puede decirse que es la primera de sus mujeres con las que se comprometió aunque la boda que celebraron en 1999 en la isla de Bali no tuvo reconocimiento alguno en otros países, al menos en España. Se dijeron adiós en 2005 después de haber tenido una hija, Manuela. Entre medias, cuando aún mantenía aquella relación, Alejandro se ilusionó fugazmente con una diseñadora de Puerto Rico, de nombre Valeria Rivera. Fueron padres de Alexander. Eso fue en 2003. Y ya siete años después es cuando aparece en la vida del cantante Raquel Pereda, su actual esposa, con la que tiene a Dylan, nacido antes de casarse y después a la pequeña Alba. A sus cuarenta y siete años Alejandro Sanz ha alcanzado unas metas que no están al alcance de cualquiera. Un artista admirado por millones de seguidores, que ya no son sólo las quinceañeras de su primera época. Me ha gustado lo que dice al inicio de esta gira española: "Comenzamos el despeine con muchas ganas, muchas voces y sobre todo mucho corazón". Eso del "despeine", tiene gracia…

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