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Rosa Belmonte

Mi niiiiiiiña

Dulce es de pocas palabras y todas suelen ser incomprensibles. De modo que la noticia ha acabado siendo no el acoso, sino el lío que ha montado.

Dulce es de pocas palabras y todas suelen ser incomprensibles. De modo que la noticia ha acabado siendo no el acoso, sino el lío que ha montado.
Dulce Delapiedra | Gtres

Dulce Delapiedra parece vecina de Pedro, Wilma, Pablo y Betty. Pero sólo por ese apellido tan cercano a Picapiedra o Mármol. A Finstro, que era como Chiquito de la Calzada empezó a decir Flinstones cuando la película de Los Picapiedra se estrenó. Pero ella no es de Piedradura sino de caradura. Un finstro de Cantora. Dice que sufrió acoso sexual en casa de Isabel Pantoja, vio la portada de Lecturas donde salía ese titular en Supervivientes y no lo negó, aunque sí se negara a revelar quién la había acosado (fue en la gala del martes pasado, cuando Jorge Javier se la mostró). En el interior, al día siguiente, veríamos que se trataba de Julián Muñoz. Lo que se lee en la revista: "¿Qué pasó entonces entre Julián Muñoz y tú?". "Esta persona está mal, pero yo lo estoy pasando peor y necesito contar mi verdad. Ocurrió en Marbella. Esta persona empezó a acosarme sexualmente a diario… Quería obligarme, me pedía que subiera a su habitación y yo tenía que desaparecer de la casa. Nunca lo consiguió".

El domingo reculó en El debate de Supervivientes. "¿Te has acostado con Julián Muñoz", le preguntó Sandra Barneda. "No". Pero, vaya, eso tampoco lo había dicho nadie. "He venido de la isla y no era el momento de contarlo porque es un tema muy doloroso y delicado, pero llegué muy desorientada". Ahora con la desorientación resulta que te pones un bañador negro, unas sandalias con plataforma, un mantón y las medallas de Mark Spitz a modo de collares. También posa descalza con unas naranjas en el suelo. Por no hablar del día que volvió de la isla. Esa aparición en ‘Supervivientes’ con minishorts blancos, disfrazada de Lana Turner en ‘El cartero siempre llama dos veces’.

Dulce es de pocas palabras y todas suelen ser incomprensibles. "El titular es muy duro, pero yo realmente no lo di y en el interior digo lo que ocurrió pero que no pasó nada". Aclarado, hija. Habrá que llamar cabalistas del Lecturas. "En ningún momento he dicho que sufriese acoso sexual en casa de Isabel Pantoja. Sufrí acoso, pero no sexual". ¿Y lo de la habitación? También dijo el domingo que se arrepentía de haber concedido esa entrevista porque no quiere hablar mal de nadie. "Pido perdón porque le tengo muchísimo cariño a Isabel Pantoja". No tengo por qué dudar del acoso. Será verdad o no, esa es otra historia. La de hoy es el lío que ha montado con estas declaraciones.

La que fuera niñera de Paquirrín, de Chabelita y luego del hijo de esta es más callada que la hache. A Jorge Javier se lo llevan los demonios cada vez que tiene que conversar con ella. Y visto lo visto, más vale que no hable lo poco que habla. A veces hay hallazgos con los famosos de serie B. Es el caso de Carmen Gahona. Dulce ha salido rana. No llega ni a Rosa Benito, pese a esa salida tan parecida de la isla. "Ya no soy esa Dulce tan triste y con tanto dolor" o "Ahora me siento libre, me doy cuenta de que estaba como encerrada". Es similar al "Ya no soy de cristal, soy de roca" de la Benito. Ni siquiera es como Gracita Morales, aunque el cansino "mi niña" suene tanto a “señoriiiiito”

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