La infanta Elena ha vuelto a ser la protagonista de los titulares de los medios a causa de un ataque de ira contra la prensa. La hermana del Rey fue una de las grandes ausentes del funeral de Leandro de Borbón, ya que acudió al Gran Premio Claudio Carudel en el Hipódromo de la Zarzuela, acompañada por su hija Victoria Federica y varios amigos.
Nada más verla, la prensa la acribilló a preguntas sobre por qué no había ido al funeral, si era verdad que la policía fue a recoger a su hijo Froilán a una discoteca y sobre las noches de fiesta del adolescente. Lejos de contestar a la prensa, doña Elena fue muy tajante y rotunda: "Me pueden dejar un poco tranquila, por favor. Deja de grabar".
Y es que, tanto a Elena de Borbón como a Jaime de Marichalar les afecta mucho todo lo que se dice sobre su hijo, sea o no cierto. A pesar de la petición, los paparazzis siguieron grabando, algo que le molestó aún más. Al final, el personal de seguridad logró que los periodistas apagasen sus cámaras y dejasen a la infanta tranquila.