Mucho se ha hablado en los últimos meses del estado de salud del diseñador David Delfín. Ahora, se ha sincerado con la revista Vogue para dejar clara su intención de mostrar su valiente lucha por la vida. En el nuevo número de julio, Delfín revela cómo le fue diagnosticada su enfermedad.
Todo comenzó en enero con unas molestias en la parte derecha de su cuerpo que fueron aumentando. En abril fue intervenido de tres tumores cerebrales: "Tres tumores. Era raro, porque normalmente no se presentan así, pero el día 5 de abril decidieron que había que operar. Uno no se podía tocar por la zona en la que está, los médicos ahí no entran; otro estaba bien, se podía quitar sin riesgo de lesiones; y el tercero era complicado pero operable. Era importante que yo estuviera despierto durante la intervención para ayudarles y decirles si todo iba bien".
Aún así, David Delfín no ha perdido en ningún momento las ganas de luchar por la vida: "¿Miedo? De momento, no. Tengo una especie de espíritu de supervivencia. No paro de pensar en todo lo que quiero hacer. Me siento con ganas de luchar, me pone. Es grave, soy consciente. Y sé que es una lucha real, son tumores de grado 3 que lo que quieren es seguir adelante pero tenemos que pararlos".
Entre las sesiones de radioterapia y quimioterapia, el diseñador habla de sus planes de futuro: "Quiero poner en marcha una colección de ropa de niño, hacer estilismo y dirección de arte, plantear una exposición con mis bocetos...". Los problemas que tiene con el habla y la memoria, o la pérdida de fuerza en un brazo y pierna, no le han hecho perder ni un solo momento la ilusión por el día a día; incluso esta fotografía que ilustra el reportaje en Vogue tiene para David algo especial: "En realidad fue una cosa íntima, sin pensar en que se iban a publicar. Era algo nuestro, de los dos. Para recordar momentos. Nos pareció que dentro de la dureza tenían no sé si decirte belleza, pero sí mucha verdad".