Belén Roca aparece en ¡Qué me dices! para defenderse de las últimas declaraciones que hizo Silvia Fominaya. En ellas, la presentadora desvelaba que Roca había estado con su exmarido antes de entrar en Gran Hermano Vip, algo que no tendría importancia si la gallega no hubiera vendido que estaba muy triste y de luto por la muerte de su novio Dani Rivas y que no había estado con nadie más desde entonces. Las declaraciones de Fominaya dejaban mal a Belén y demostraban que había estado mintiendo.
Belén se ha querido defender y ha aprovechado para desvelar algunos secretos de Fominaya.
No entiende que "haya hablado mal de ella" en la revista y está convencida de que lo que busca atacándola es entrar en un reality y volver a la televisión. "Me parece patético que haga una entrevista criticando, cuando no me conoce", opina la gallega, y le advierte que "ni se le ocurra ensuciar su nombre". Además, aclara que el exmarido de Silvia es amigo de la familia Cela y asegura que sabe mucho de lo que les ha pasado pero que "por ahora va a estar callada".
Alguna de las perlas que le dedica a la presentadora son del siguiente tenor: "Me sorprende que me tache a mí de cazafortunas", "Silvia le ha puesto los cuernos a Sergi Arola" o "le fastidia que me lleve bien con su exmarido". Confiesa que Silvia Fominoya "compaginó su relación con Sergi Arola con un jugador de la Primera División", y dice que lo cuenta porque ve al cocinero "un tío estupendo y bonachón".
Respuesta de Silvia Fominaya
Como era de esperar, la presentadora, Silvia Fominaya, ha contestado a las acusaciones de la extronista de Mujeres y Hombres y Viceversa. Asegura que "se parte de risa con las afirmaciones" de Roca y niega rotundamente que le haya sido infiel al cocinero. Entre varios de sus ataques dice: "Se rumorea que ella debe tener una gran agenda llena de teléfonos de futbolistas".
Por otro lado, le aconseja que "no diga tonterías y que demuestre" todo lo que ha dicho. En un momento de la entrevista insinúa que cuando Belén viaja a Argentina para ver a su novio lo hace sin su hija, dando a entender que se está despreocupando de la pequeña, y finalizaba la entrevista con una frase lapidaria: "Cuando tenía 20 años ya me llamaban señora. No sé si a Belén se lo van a llegar a decir algún día".