Tras seis duros meses de negociaciones, Mario Vargas Llosa y su ya ex, Patricia Llosa, se han divorciado. Un adiós supuestamente pacífico del que se conocen ahora algunos de los detalles, entre ellos la firmeza de ella en las negociaciones: Patricia se lleva nada menos que la casa de Lima, la de Nueva York y la nutrida biblioteca del premio Nobel.
Tal y como publica LOC, la ex de Vargas Llosa ha recurrido a una gran abogada, Elena Zarraluqui, que ha conseguido para Patricia muchos de los más importantes bienes del escritor. Bien es cierto que ella sabía muy bien lo que quería y lo que no del abundante patrimonio. Por ejemplo, la biblioteca de Mario, con más de 30.000 volúmenes distribuidos entre Perú, Madrid y París (muchos de ellos subrayados y dedicados), que pasarán a estar bajo su custodia hasta la muerte de Mario.
Pero aún hay más, como la que está considerada la "joya de la corona" del conjunto de posesiones del Nobel: un apartamento en Lima que era su residencia oficial y donde existía también un amplio espacio para los libros. Se trata de una gran mansión derruida sobre la cual, posteriormente, se levantaron apartamentos. Y, en segundo lugar, en Nueva York, un piso situado en la planta 46 de un edificio de la octava avenida valorado en más de un millón de euros.
Para Mario queda el piso de Madrid, en la calle Flora, una planta entera de un edificio señorial en el centro de la ciudad, pero también la casa de París, ubicada en una de las zonas más exclusivas de la capital francesa. Fue el lugar donde iniciaron su vida en pareja y por ello le guardaban un especial aprecio. Nunca la vendieron... y ahora se la queda Mario.