En el mundo del espectáculo es frecuente que de los amores inventados en el teatro, el cine o la televisión, surjan parejas reales, noviazgos más o menos duraderos, que nos llevan a pensar eso tan repetido de que la realidad supera la ficción. Y ha vuelto a ocurrir una vez más con dos jóvenes protagonistas de una serie de la pequeña pantalla que ha arrancado con buena audiencia, aunque no hayan faltado críticas sobre su argumento o su ambientación: La Embajada.
Ellos son "Chino" Darín y Úrsula Corberó, quienes en la trama figuran ser novios; la chica, hija del embajador español en Tailandia, envuelta en un sucio enredo de drogas, siendo inocente, que la lleva a la cárcel, y su chico, un avispado residente en la capital de aquel país asiático, contratado como traductor por su futuro suegro, que de un modo casual acaba encamado con la madre de su novia nada más llegar ésta a Bangkok. Y a partir de ahí episodios de corrupción en la sede diplomática y los esperados encuentros sentimentales.
Pues, bien: rodando los primeros capítulos Úrsula Corberó sintió una atracción irrefrenable hacia su amor de mentira, "Chino" Darín, que no pasó inadvertida para sus compañeros. Los besos y arrumacos que se prodigaban fuera de guión eran tan apasionados como reales. La actriz ha tenido frases muy bonitas para su enamorado: "¡Es divino! Estar trabajando y que surja un amor así, es maravilloso". Anteriormente estuvo emparejada con el modelo y actor Andrés Valencoso, pero su relación quedó rota a finales de 2015 cuando él la engañó. Así es que, en poco tiempo, felizmente, ha encontrado la horma de su zapato en la persona de este argentino de veintisiete años (ella cuenta con uno menos) con un apellido sumamente popular en su país y también en España.
En efecto: es hijo del celebrado actor Ricardo Darín, y aunque se llama Ricardo Mario ha elegido para su carrera artística el mote de "Chino", que es como lo llaman familiares y amigos desde su infancia, en alusión a sus ojos rasgados. "Chino" Darín, aunque conocedor del mundo de las candilejas y los platós no pensaba seguir la tradición familiar, como su padre y su abuelo paterno, dedicados a la interpretación. Así es que, pese a sus primeras incursiones emulándolos decidió estudiar dirección cinematográfica, aunque reforzara esas clases con otras de contenido teatral. Se estrenó como meritorio de dirección en una de las más premiadas películas de su progenitor, El secreto de sus ojos. Y al final, terminó atraído por la faceta actoral, debutando en 2010 en una serie de televisión, el medio en el que más se ha prodigado en Argentina, a pesar de que también haya intervenido en seis largometrajes.
Esa pródiga presencia en series televisivas le ha permitido gozar en poco tiempo de una gran popularidad en su país. Reúne excelentes condiciones interpretativas, al tiempo que su grata presencia le sirve de reclamo para sus incontables admiradoras que disfrutaron no hace mucho contemplándolo desnudo en una escena del culebrón titulado Historia de un clan. Ricardo, el padre, se sonríe al recordarlo en tal situación erótica, pero sigue creyendo en "Chino" no porque provoque a la audiencia femenina en paños menores sino sabiéndolo preparado para empeños puramente dramáticos. Nunca ha querido inmiscuirse en la carrera de su hijo, lo que "Chino" agradece. Sabe que su padre es un actor consagrado, lo respeta y confiesa: "Veo difícil por ahora trabajar a su lado. Mi meta no es ser mejor que él, ni siquiera alcanzarlo".
Esa modestia convierte a "Chino" Darín en un joven con los pies en el suelo, nada envanecido. Lo que le ha salido a Ricardo es un hijo ligón, que tiene tras de sí un buen historial amoroso. Los nombres que cito a continuación no les dirá nada, pues corresponden a actrices aquí desconocidas, compañeras suyas de trabajo, con quien mantuvo romances tiempo atrás, casos de Magui Bravi y Calu Rivero. Con esta última parecía que la cosa iba muy en serio, pero cuando "Chino" se vino a vivir a España hace unos meses le hizo ver que la historia entre ambos había concluido. Más pasajera fue su aventura con Maypi Delgado, una concursante de Gran Hermano en su versión argentina. Lo que no quiere es comprometerse con nadie para casarse.
Con respecto a su noviazgo con Úrsula Corberó, declara lo siguiente: "Dije no hace mucho que no volvería a salir con ninguna otra actriz, porque he tenido las experiencias suficientes para pensar que son muy complicadas, pero ahora que estoy tan bien con Úrsula no sé qué decir…". Pues que es muy feliz, añadimos nosotros. Qué duda cabe que las amistades de su padre han podido servirle de inmejorable tarjeta de visita para trabajar entre nosotros apenas recién llegado. Ha sido llegar y besar el santo. Porque a su contrato con la productora de La Embajada hay que sumar otro en la película de Fernando Trueba La Reina de España, nada menos que con escenas compartidas con la protagonista, Penélope Cruz. El rodaje los llevó a Budapest. Por lo que acabamos de contarles es oportuno resumir que en estos momentos "Chino" Darín vive montado en una nube.
