Felipe VI quiere que se le asocie como un rey campechano de ahí que no tenga ningún problema en escoger cualquier bar de carretera para comer. Este lunes, el rey de España, acompañado por el ministro de Educación Íñigo Méndez de Vigo y con todos los escoltas, pararon sobre las 15:15 en el restaurante Puerta de Extremadura, de Calzada de Oropesa, una provincia de Toledo, contó Dolores Díaz en la sección Dos apellidos vascos de Es la tarde de Dieter. Estos regresaban de la entrega del premio Carlos V a la profesora italiana Sofia Corradi en el Monasterio de Yuste.
Allí comieron menú de bufé por once euros, en el cual el hijo del rey emérito Juan Carlos tomó patatas con conejo, ensalada, carne y de postre bizcocho y plátano y el ministro lengua de vaca, ternera y sopa castellana. Estuvo más de una hora y fue muy agradable con todos los clientes, ya que se fotografió con todos aquellos que se lo pidieron, narra al programa.
"Fue todo muy natural, la gente le pedía hacerse fotos con él y accedió encantado. Eso sí, después de comer porque durante la comida pidieron que no se le molestara", desveló el encargado del restaurante, José Antonio Pulido. Lo más anecdótico fue a la hora de pagar, ya que el restaurante le cobró de menos y tuvo que llamar al día siguiente a la Zarzuela para contarles lo sucedido para poder cuadrar las cuentas, desveló Díaz.