El premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, acompañado de su pareja, Isabel Preysler, asistió en Buenos Aires a una cena benéfica junto al presidente argentino, Mauricio Macri y su esposa, Juliana Awada, un evento en el que el escritor aseguró que Argentina está viviendo un "momento histórico".
Se trata de la cena anual de la Fundación Libertad, que contó además con la presencia de altos representantes de los sectores público y privado, ministros y gobernadores del país sudamericano.
"Llego esta vez a la Argentina en lo que se podría llamar un momento histórico", aseveró el literato, que visita el país para presentar el viernes su nuevo libro, Cinco Esquinas, en la Feria Internacional del Libro de la capital.
En un discurso a los presentes, el autor de La fiesta del chivo halagó la labor del Gobierno de Macri, que asumió la Presidencia el pasado diciembre tras los mandatos peronistas de Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa, Cristina Fernández (2007-2015).
"Creo que no peco de exagerado si digo que los ojos del mundo, y principalmente los de América Latina, están volcados en este país, que vive un momento de transición en el que se están tomando medidas muy valerosas para corregir lo que anda mal", señaló el escritor, que a su vez es presidente de la Fundación Internacional para la Libertad.
A su juicio, unas "políticas equivocadas" fueron apartando a Argentina del resto del mundo, "aislándola y con el desvarío de una sociedad quimérica" y fueron empobreciendo e incluso destruyendo el presente.
Es así que en su opinión, el nuevo Gobierno ha tomado las medidas "valerosas" y "audaces" para corregir ese pasado y "enrumbar" al país por el "camino de la libertad" y de la institucionalidad, fortaleciendo su democracia. "Y estas medidas poco a poco van a devolverle a la Argentina el papel protagónico que tuvo en muchos momentos de nuestra historia", matizó.
El autor hizo hincapié en que las reformas que está emprendiendo "de manera gallarda" Macri "tienen un precio", que es, a su juicio, el que hay que pagar "siempre" por los "desvaríos del populismo que sacrifica el futuro inmediato por un presente que se desvanece cuando uno se acerca a la realidad como se desvanecen los espejismos".
"Este es el camino de la recuperación, del progreso y por eso creo que tantas personas en América Latina y en el resto del mundo ven con esperanza e ilusión lo que está ocurriendo en Argentina", aseveró.
"Nada deseo tanto como latinoamericano, peruano, hombre de mi tiempo, demócrata y liberal, que Argentina tenga éxito en esta empresa en la que es hoy día participante activo y creador", consideró. "No hay ninguna duda de que integrándose al mundo las inversiones vendrán a este país y crearán empleo", concluyó.
Por su parte, Macri calificó como una "alegría" tener en Argentina al escritor y destacó que "esta vez por suerte" no despertó las pasiones "violentas de otros años".
"Sí, mucha admiración y tal vez la que despierta pasiones no violentas pero pasiones al fin es tu mujer Isabel por su belleza, así que contento de que la hayas traído", señaló.
El mandatario, en su intervención, hizo referencia a una de las obras del Nobel. "Mario, vos en uno de tus libros dijiste algo que refleja mucho mi tarea y nuestra tarea", señaló Macri para hacer referencia a la obra Sueño y realidad de América latina.
"Lo que ahora necesitamos es que América Latina lleve a cabo en el ámbito político y social las mismas proezas que sus creadores han realizado en el dominio de la literatura la música y el cine. Para ello se necesita menos delirio y más sensatez y racionalidad", parafraseó el jefe de Estado.