Iker Casillas ha regresado a España para, al igual que su esposa Sara Carbonero, cumplir con sus compromisos promocionales. El guardameta del Oporto ha estado en Madrid para promocionar el champú anticaspa H&S del que es imagen, y en su encuentro con los periodistas ha tenido que hablar de su reciente boda, que tanto él como la periodista se esforzaron en ocultar a la prensa sin demasiado éxito.
Dijo Casillas que no sabe si estará presente en el nacimiento de su segundo hijo, previsto para el mes de mayo, ya que coincidirá con el final de la Liga en Portugal y la posible concentración de la Eurocopa. Respecto a su vida personal, se manifestó "feliz".
También quiso desmentir que la pareja no se haya integrado bien en Portugal, considerando que "se han contado cosas que nada tienen que ver con la realidad, y aprovecho este acto para decir que estamos muy a gusto".
También tuvo que hablar, aunque fuese brevemente, de su reciente boda civil. Explicó que no lleva anillo ya que "al ser portero me molestan y tampoco va conmigo". Y también consideró que quisieron una la boda casi secreta porque "no nos gusta estar en boca de todo el mundo ni que nos miren con lupa cada paso que damos". Y se jactó de tratar de dar esquinazo a la prensa: "Estoy contento, porque algún gol os hemos metido celebrándolo en la intimidad".