La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha contado con Alaska, Paloma Barrientos y Rosa Belmonte para hablar de la actualidad social. Centrada en el espinoso asunto de la herencia de Miguel Boyer reclamada por los hijos del exministro con su primera esposa, Elena Arnedo, y que según la versión de éstos, Isabel Preysler se negaría a repartir con ellos. "¿Venganza contra la madrastra?" o "¿están realmente los hijos "desgarrados por los libros de su padre"? Según opinó Federico Jiménez Losantos, director de Es la mañana, lo cierto es que "en 25 años no fueron a pedírselo"...
El abogado de Isabel Preysler, Javier Ruiz, ha negado la versión de los hijos en redondo, asegurando que la reina de corazones jamás se ha opuesto al reparto de esas posesiones a Miguel y Laura Boyer, ni ahora (un año y medio después de su muerte) ni entonces, y que todo el asunto se trata de una "injuria". En ese reparto podría estar incluido, además de una importante suma de dinero, la casa de Puerta de Hierro donde reside Preysler con Vargas Llosa, además de joyas, obras de arte y una importante biblioteca.
Señala el abogado que "el matrimonio tenía separación de bienes y por tanto no ha habido que hacer liquidación de gananciales". También que el hermano del exministro, Christian Boyer, ejerció de albacea de sus bienes, y que el propio Miguel Boyer fue quien le "otorgó un plazo de 60 meses para hacer las operaciones de división e inventario". Razón por la cual éste no se ha realizado.
Según aseguró en esRadio Federico Jiménez Losantos, "lo que cuenta hoy Beatriz Cortázar en ABC es, en lo fundamental, absolutamente cierto". Y se retrotrajo a la ruptura de Boyer con Arnedo, una historia que calificó como "traumática, terrible". "Pero hay que decir que la relación con Arnedo era malísima, porque Miguel tenía un carácter insoportable. Tenía un aspecto distinguido, era culto y brillante, pero tenía un genio...". Algo que se acrecentó una vez sufrió el ictus.
La periodista Paloma Barrientos añadió lo que puede haber tras las demandas de los hijos que tuvo con Arnedo, tanto las posesiones del fallecido como las pretensiones de Miguel y Laura. "Boyer tenía de su padre no solo obras de arte, sino libros que son incluso primeras ediciones. La historia es que hay dos versiones: la del abogado de Preysler, que tiene que decir que no hay problema, y la de los hijos, que quieren saber qué es lo que hay y que se reparta". No obstante, ni Laura ni Miguel pasarán apuros económicos, porque ellos ya han heredado del abuelo Arnedo y de su madre.