Mila Ximénez quiere cambiar de rumbo en su vida y, según dice en una entrevista concedida a Lecturas, ir a Supervivientes –donde percibirá 30.000 euros semanales; 390.000 en total si llega a la final del concurso- es el primer paso para conseguirlo: "Esta es una huida necesaria para mí, necesito un cambio. Llevo mucho tiempo haciendo lo mismo y me merezco vivir una aventura".
Según dice la periodista, "el dinero es secundario, necesito poco para vivir. Sólo necesito no depender económicamente de nadie. No quiero un palacete en ningún sitio, quiero una casa de campo, probablemente alquilada". "No tengo deudas, no debo dinero a Hacienda y tengo un trabajo. Voy fundamentalmente a vivir la experiencia", añade.
Mila declara que lleva un tiempo "agotada física y mentalmente" por los "conflictos": "Soy un bulldog y no me gusta, siempre encuentro un hueso que morder y sería bueno para mí retirarme". "No sé hacerlo, tengo demasiados conflictos, no soy feliz y no me encuentro bien", insiste.
Además, la colaboradora de Sálvame afirma que no ha firmado ninguna cláusula de veto con la productora del programa: "No he vetado a nadie. No me gustaría nada coincidir con Makoke en Honduras, la vida ya es lo bastante desagradable allí, pero no he firmado nada para que no coincida conmigo".