José Luis Gómez, más conocido como Pepe el Marismeño, ha decidido hablar gratis y por primera vez para Diez Minutos de su etapa con Carmen Ordóñez, después de 13 años y de haberse recuperado completamente de todas sus adicciones. Lo hace ahora porque considera que es un buen momento para "hablar de corazón".
Es consciente de que cuando conoció a Carmina, con tan solo 20 años, "se vio inmerso en un mundo que no le pertenecía". No tiene reparos en reconocer que "cuando empezó su relación, ella ya era una persona muy enferma, que estaba mal" y que su entorno no le ayudaba en nada porque vivía "en un mundo de mentira y locura".
Aprovechó para aclarar que él ya era drogadicto antes de conocer a la madre de Fran Rivera y reconoce que "si Carmen y él no hubieran consumido, no hubieran coincidido nunca en la vida, porque a ellos les unió la droga". En un momento de su vida decidió dejar esa vida de vicios y empezar de cero, pero Carmina "no llegó a aceptarlo porque nunca tuvo a nadie a su lado dispuesto a ayudarla".
En la entrevista el Marismeño dice sin pelos en la lengua que "Carmen se convirtió en una marioneta" y que "no interesaba curada". Insiste en que cuando la conoció "estaba completamente sola" y que la única persona que se preocupaba por ella era Cayetano. Confiesa que su relación con Julián es inexistente, que con Cayetano tampoco tiene nada pero que cuando se encuentran son cordiales, y de Francisco Rivera "prefiere no opinar porque no quiere polémicas" y porque "su relación es inexistente", pero señala "que le gusta vivir de cara a la galería".