La princesa de Tirnovo, Miriam de Ungría, acudió a la presentación de una de una pulsera diseñada por ella con el fin de recaudar fondos para acoger, de manera gratuita, a las familias desplazadas a Madrid por la hospitalización de sus hijos, con cardiopatía congénita.
Miriam es una persona muy solidaria, y así lo demuestra en su colaboración con la ONG "Menudos corazones", con la que colabora desde sus inicios. "He visitado a los niños en los hospitales, y en la casa de acogida, pero este proyecto de la pulsera me permite establecer un vínculo permanente, y más productivo para ellos", explicó.
La viuda del príncipe Kardam de Bulgaria, durante la presentación, comentó que una joya es el accesorio que más emociones transmite en nuestra vida, y que tiene un poder sentimental más allá de lo económico. "La joya que guardo más cariño es la de pedida". Dentro de poco se cumplirá un año del fallecimiento de su marido después de un terrible accidente de coche que le tuvo postrado en cama, en estado inconsciente durante años.
Miriam es una mujer fuerte, y afronta la situación con entereza. "Me siento muy arropada por mis hijos, estoy tranquila y sin perder el timón", declaró. Está volcada en su trabajo, y sus salidas a nivel social las hace muy de vez en cuando.
No se plantea un nuevo amor en su vida, y cuando se le pregunta, dentro del asombro que le produce, su respuesta fue muy clara: "Es demasiado pronto. Tengo mis hijos, mi trabajo, mis amigos, y una familia maravillosa, y de momento, no necesito nada más".