La venganza de Janan Harb, la cristiana traicionada por la familia real saudí

El rey saudí Fahd bin Abdulaziz al Saud no sale muy bien parado en las memorias de Janan Harb, quien fuera la esposa secreta del monarca. Las memorias de la mujer son ahora uno de los libros más esperados del año en Reino Unido, tanto que serán adaptadas en una película que dirigirá el británico Malcolm Walker. En ella la familia saudí no sale muy bien parada: para empezar, sus recuerdos describen al fallecido rey como un ludópata, consumidor habitual de drogas, derrochador y de dudosa categoría moral.

En lo que respecta a la princesa saudí, como llaman en Londres a Harb, su historia es la de la esposa traicionada por todos. El rey, incluso en los peores momentos, prometió ayudarla económicamente. Pero su hijo el príncipe Abdulaziz decidió incumplir la palabra de su desaparecido padre una vez fue rey.

El caso se judicializó y la Justicia resolvió fallar a favor de la mujer, obligando a la familia real saudí a pagar 12 millones de libras esterlinas y dos apartamentos de lujo en el barrio de Chelsie a Harb. Mientras, Hanan fue ganando reputación en los medios británicos.

Cuando el rey se fijó en ella, no se detuvo hasta conquistarla. Él tenía 45 años y ella era una joven cristiana huida de Palestina. Harb se convirtió al Islam y se casó en 1968, pero solo los primeros años del matrimonio fueron felices, hasta que sus hermanos tomaron parte en la relación. A partir de ahí se sucedieron años de prisionera en la mansión de Riad en los que el rey la obligó a abortar en varias ocasiones.

Traicionada por todos, incluso por su marido, y después de que en los 70 fuera deportada al Reino Unido, ahora asegura que la verdad debe salir a la luz pese a que el rey Fahd no estaría demasiado feliz con su relato: "El mundo entero tiene que saber cómo se vive en esos palacios".