El rollo "romántico y cerdo" de la boda de Adriana Abenia
Abenia está a punto de celebrar su boda civil, que -promete- estará llena de sorpresas y un punto de locura.
La pasada noche del martes fue una de las más importantes del año para la revista Telva. Una de las invitadas más mediáticas fue Adriana Abenia, que está a punto de casarse y, aunque no suelta prenda sobre la boda, sí ha dejado jugosos titulares al respecto.
La atrevida reportera es un as de las redes sociales y sabe cómo crear expectación, y eso lo demuestra incluso en el atuendo con el que se acercó a los premios, con un vestido negro con transparencias de Esther Noriega que le sentaba de maravilla.
"Voy a ser más atrevida de lo que pensaba", dijo a Europa Press al respecto de su inminente enlace civil, a mediados de diciembre. "Se me ha ocurrido una boda muy loca que tiene que ver mucho conmigo y aunque va a ser muy íntima voy a demostrar que estoy como un cencerro".
Abenia, sin embargo, se niega a revelar las sorpresas que ha pensado para el enlace. Se casará de largo "porque va a hacer un frío de narices, porque es diciembre, pero sí que la celebración va a ser pura fantasía. Me he venido arriba".
La reportera también explicó cómo está viviendo estos últimos días de soltera "Estoy nerviosa, pensaba que no me iba a ocurrir a mí pero estoy tensa. Pero no porque me asalten las dudas". Sobre el viaje de bodas, adelanta: "Yo creo que un viajecillo habrá que hacer para consumar lo que es la boda. Estoy así rollo romántico y cerdo".
Con su sinceridad y buen humor habitual, dijo sobre "consumar" que está "en cuarentena". "Toda la vida dale que te pego y ahora me apetecía estar unos días sin refrotar. Sí, tengo ganas de pillarlo con ganas y ahora no me toca". El celibato, dice, lo lleva "bien" porque sabe "que en algún momento explotará".
Su familia está igual de expectante que la prensa. Y anticipa que, quizá, haya boda religiosa unos meses después. "Están tan encantados con que lo hagamos de esta manera, aunque luego se van a encontrar con una cosa que no esperaban. En verano lo celebraremos de otra manera y, bueno, estoy casi convencida, pero no sé qué pasará, lo mismo me visto de blanco". Y es que en esta ceremonia civil no puede ir de blanco: "No puedo ir de virgen, es una osadía".
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