Es la primera vez que Gérard Depardieu confiesa abiertamente que "es alcohólico". Lo máximo que había reconocido era que, cuando se aburría, "podía tomarse 12, 13 o 14 botellas por día", pero siempre negó que fuera adicto. Ahora, en el programa de Willian Leymergie, Télématin, confiesa sus problemas con la bebida.
Después de varios episodios en los que se le vio bastante afectado, este jueves el actor ha decidido ser sincero con los espectadores y hablar sobre sus problemas sin tapujos. "Es triste, muy triste. Es una gran tristeza darse cuenta de que eres adicto a algo", empezó confesando.
No tiene pensado recurrir a ayuda profesional porque los grupos de apoyo "le dan ganas de beber hasta morir". "No, eso nunca, le tengo pánico a ese tipo de gente, lo de Alcohólicos Anónimos es una mierda. Me dan ganas de beber hasta morir: 'Buenos días, me llamo Gérard, he bebido 13 botellas de vino tinto, tres botellas de pastis y tres de whisky'. Puede que eso ayude a alguna gente, pero su problema no es el alcohol, es la mierda y la soledad. Y que son narcisistas, porque lo cierto es que cuando se interesan por ti, eres feliz", contestó rotundo.
También declaró que es consciente de que en el pasado se había comportado a veces "como un verdadero capullo", pero que no se arrepiente de eso. "He tenido mis momentos en los que he sido un capullo integral, que reivindico y asumo. Es genial ser un capullo y darse cuenta de que lo eres", explicó en el programa.