A Mila Ximénez le vuelve a superar la desquiciante situación que se vive en Sálvame. Desde que Makoke empezó en el programa, para sustituir a Kiko Matamoros mientras éste se recuperaba de su operación estética, las peleas entre ambas han sido constantes y muy fuertes.
Todo esto ha hecho que la colaboradora de Telecinco pierda fuelle y que no tenga fuerzas para continuar. Se siente agotada y frustrada y piensa que Matamoros y Makoke forman "una red de traficantes de sentimientos planeados al milímetro" donde sólo puede perder.
Entre lágrimas, confesó a Jorge Javier que a todo esto se le suma problemas personales que tienen que ver con su hija Alba. "Viene mi hija Alba y tengo que estar bien y tranquila, preparar mi casa, estar fuerte", explicó.
"Son muchos vapuleos, son muchos frentes y estoy agotada. No tengo fuerza ni más capacidad para seguir. Estoy al límite y no puedo más. Necesito largarme, porque me está pudiendo ya esto. No duermo, no como… Tengo asuntos familiares que atender y no puedo seguir", continuó diciendo a punto de llorar.