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Rosa Belmonte

La prensa canalla

A diferencia de Vargas Llosa, Murdoch sí entiende que su noviazgo sea objeto de cotilleo público y blanco de la "prensa canalla".

A diferencia de Vargas Llosa, Murdoch sí entiende que su noviazgo sea objeto de cotilleo público y blanco de la "prensa canalla".
Mario Vargas Llosa | Cordon Press

Shelley Winters fue profesora de interpretación de Jerry Hall. De su biografía esa es mi parte favorita. La Winters era una maestra estupenda. A Marilyn Monroe la enseñó a posar de manera sexy, cerrando un poco los ojos y abriendo un poco la boca. Jerry Hall también compartió apartamento con Grace Jones cuando era modelo en París. Asimismo, me gusta que parece la madre de Veronica Lake pero con la raya en el otro lado. Claro que estuvo casada con Mick Jagger y eso es la principal base de su fama, pero esa parte es menos interesante. Ahora parece que la rubia se ha hecho novia de Rupert Murdoch. Vamos, ni Inés Sastre eligiendo novios. Hasta lo ha recogido The Sunday Times, que es propiedad del magnate periodístico, también dueño de The Sun y Fox News. Eso es mucho más divertido que pillar un novio que ha escrito Pantaleón y las visitadoras. Dice la prensa inglesa que aparecerán juntos el próximo sábado en Twickenham para la final de la Copa del Mundo de Rugby. Bárbara Rey debe de estar pensando que otra de su edad se ha buscado un viejo. Pero un viejo muy rico. Nada que ver con Varguitas.

La única vez que hablé con Jerry Hall, en abril de 2012, también tenía un novio australiano (y también era multimillonario). Un viudo de su edad. Decía que en lo único en que se parecía Warwick Hemsley a Mick Jagger era en que aquel era "asquerosamente rico". Ahora tiene otro de esos. Otro australiano. Otro (más) podrido de dinero. 84 años gasta Murdoch y 59 ella. Como Preysler y Vargas Llosa, están "disfrutando mucho la mutua compañía". Esa memez han soltado los amigos. Según el Daily Mail, "él está muy feliz, ella le hace reír mucho". Ya estamos con la risa. Como con Mario e Isabel. Esta cuenta en Elle lo mucho que hace reír a su novio. Y lo mucho que sus maridos le han reído siempre todas sus gracias. También es verdad que Isabel hace numeritos. "Mira, cuando voy en avión siempre corto los calcetines para que no dejen marcas, Y como no permiten usar tijeras, les digo a las azafatas que me dejen un cuchillo. Después saco una bolsita con mi comida, hecha en casa, que suelen ser sándwiches más sanos. Luego me pongo mi collarín para dormir porque estoy operada de cervicales… Entonces organizo todo mi kit y Mario se queda ahí, perplejo, mirando el ritual y me dice: ‘Sabes que estás rematadamente loca, ¿verdad?’. Y yo le dijo: ‘Pero Mario, ¿tú te crees que yo estaría contigo si no estuviese rematadamente loca?’. Y él me responde: ‘Hasta ahora es lo más inteligente que has dicho en todo el día ". Y nos echamos a reír. Y así estamos todo el tiempo". Ay, qué bonito es el amor maduro. Y este, más gracioso que Los puentes de Madison.

Todavía no sabemos nada jugoso de Jerry y Rupert. Hace años leí que los chismes eran un servicio público. El profesor Manfred Milinski del Instituto Max Planck de Evolución Biológica de Plön (Alemania) elaboró un sesudo estudio donde concluía que el cotilleo público es bueno para la sociedad porque acorta las distancias entre extraños y anima a la gente a portarse bien para salvaguardar las reputaciones. Supongo que Vargas Llosa no ha leído al Miliki este. Pero seguro que el inteligente Murdoch sí entiende que su noviazgo sea objeto de cotilleo público y blanco de la prensa canalla. La suya.

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