La entrevista en Babelia de El País al escritor Mario Vargas Llosa sigue trayendo cola. En la crónica rosa de Es la mañana de Federico, Carlos Pérez Gimeno, Beatriz Cortázar y Rosa Belmonte valoraron las preguntas y respuestas del Nobel de Literatura, que arremetió de nuevo contra la "sociedad del espectáculo" al tiempo que habla de su nueva novela, Cinco Esquinas, sin evitar mencionar su relación con Isabel Preysler.
Pero las críticas no sólo han de detenerse en el genial escritor, que parece "haberse caído de un guindo" a la hora de comentar esta relación, comentó en esRadio Rosa Belmonte.
También, señaló Beatriz Cortázar, "es el cinismo de siempre" por parte de El País. "La pataleta de Prisa sobre el affaire de Preysler y Vargas Llosa, sobre el que han estado mudos porque Mario -que escribe en El País- no quería que saliera nada. Y estaban con los dientes largos porque veían que no podían hablar del tema, y cuando han podido han ido a por todas".
Y lo han hecho arremetiendo contra el "periodismo canalla" -así lo definió sin signos de interrogación el entrevistador Juan Cruz- que ha osado hablar de la relación sentimental del escritor.
Bien es cierto que el tratamiento de la información no ha sido siempre positivo. Tal y como puntualizó Cortázar, algunas tertulias televisivas han tenido conductas que pueden ser calificadas de reprobables. Pero detrás de todo esto -opinó- está la relación de la parte contraria de su familia, es decir, sus hijos y su ya casi ex, Patricia Llosa, con la que ahora no se lleva bien. "En cierta forma, cuando te pasa esto quieres echar la culpa a alguien, y aquí se la echas al mensajero. Pero él está más enfadado con su familia que con los medios".
En el fondo, comentó la periodista en Es la mañana, "a Mario lo que más le ha dolido este tiempo fue cuando salio en el New York Times que había ganado 800.000 euros con una exclusiva, y mandó un comunicado" para aclararlo. Al final, todo se debía a un tuit en el que se repicaba una información del Daily Mail, no una información propia del diario neoyorquino, que tan bien había tratado hasta ahora al Premio Nobel. En todo caso, una serie de sucesos en los que no hay que dejarse llevar por las apariencias que, de nuevo, ha tratado de potenciar el diario El País.