La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha contado con la presencia de Beatriz Cortázar, Paloma Barrientos y Daniel Carande para hablar de todos los temas de la actualidad social. Entre ellos, las últimas noticias sobre la mediática relación entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler. Tal y como adelantó en esRadio la periodista Beatriz Cortázar, hay dos novedades importantes al respecto.
La primera de ellas, en realidad, hace referencia al hijo pequeño del escritor, Gonzalo Vargas Llosa, hasta ahora el más disconforme con la relación de su padre con la reina de corazones, y el que más se posicionó a favor de su madre, Patricia. "Gonzalo pensó que esto no se iba a saber. Pero hay algo que Gonzalo no cuenta y es que, antes de las famosas Bodas de Oro y la reunión familiar sin Mario en Nueva York, con el primero que comieron Isabel y Mario fue con él".
Una comida, desveló Cortázar, que transcurrió en buenos términos, ya que en ella Gonzalo nunca tomó la decisión de "levantarse" e irse. Esta "comida a tres que Gonzalo no contó a mamá" fue un gesto de su padre hacia él que finalmente el hijo decidió no corresponder. "Luego vino esa pataleta que nadie entiende, ni su propio hermano Álvaro".
La segunda noticia sobre la pareja ya hace referencia a ellos. Y es que, relató Cortázar en Es la mañana de Federico, ahora mismo Preysler y Llosa están en Nueva York... y de despedida, ya que él debe quedarse por obligaciones laborales, y ella volver a España por las mismas razones.
"Isabel lleva días allí con Mario y no han parado, han hecho la vida en Nueva York como cuando estás en pareja". Pasear por Central Park, ir al cine... "allí se sienten más libres porque tienen menos interés mediático". La despedida es inminente, ya que Isabel vuelve el jueves y, por tanto, ahora "apura las horas con su novio, que se queda solo, pero atendido".
Tal y como señaló el director de Es la mañana, Federico Jiménez Losantos, respecto a la primera cuestión, Gonzalo es el más "obtuso" de la familia en estas cuestiones, por no mencionar el asunto de la prensa rosa, con la que está "revirado desde el romance fallido con Genoveva [Casanova]".
Y respecto a la segunda, está la cuestión de Patricia Llosa, que siempre ha utilizado a la familia para retener a Mario. "Cuando ya él está enfrentado a la familia, con un rebote brutal tras la reunión de Nueva York, dijo él mismo a Isabel que no iba a esperar otros treinta años (desde la entrevista en San Luis con ella, en la que se conocieron). No es Isabel, es Mario, que quiere hacer irreversible la ruptura". Por tanto, fue Mario Vargas Llosa, no Isabel Preysler, quien decidió lanzarse a la piscina con su relación.