Mercedes Barrachina, sobre las imágenes de Escassi y su hija: "No son fotos de un padre y una hija"

La vida de Mercedes Barrachina, la madre de Anna Barrachina, la hija secreta de Álvaro Muñoz Escassi, ha cambiado radicalmente desde que se hizo público que había tenido una hija con el jinete. Ahora, con 10 páginas de reportaje, da su versión de la historia y aclara las mentiras que ha contado él. Empieza contando que jamás podría haberse imaginado lo que iba a pasar y que, viéndolo con perspectiva, "se arrepiente mucho de haberlo contado y que debería haber sido un secreto que debería haber llevado con ella a la tumba".

Retomaron la relación entre padre e hija porque "Álvaro dijo que quería conocerla más a fondo". Ellos quisieron hacerlo público y Mercedes aceptó siempre y cuando no llegara a Alemania. Cuando vio lo que estaba pasando quiso hacer unas declaraciones echándose la culpa "para frenar la polémica", pero ya era demasiado tarde. Ahora la relación con su hija Anna es prácticamente nula, ya que la joven la culpa de no habérselo contado a Ralf y cree que la joven de 20 años está deslumbrada con la vida que le está mostrando Escassi. Añade que por ahora "está separada de su marido Ralf" porque no quiere volver a casa.

Una de las cosas que más le han dolido son las fotografías que se hicieron su hija y Escassi porque "no piensa que sean propias de un padre y una hija", algo que le han dicho "hasta sus amigos íntimos", ya que parecen más bien unas imágenes de una pareja de novios. No entiende la relación de Álvaro con su hija. "Es algo tan surrealista… A una persona que conoces prácticamente hace dos meses, que crezca un amor paternal por encima del nuestro… Es impresionante", explica.

Las mentiras de Álvaro Muñoz Escassi

Cuando el jinete se enteró de que Anna Barrachina era su hija ella tenía cuatro años pero no volvió a aparecer en su vida "hasta los nueve". En ese momento comenzó a participar de una forma activa en la vida de la chica, se llamaban, él le hacía regalos… Pero esa situación no fue eterna "y de un día para otro desapareció", porque quiso, no porque le empezara a llamar papá ni porque no quisiera romper una familia, como ha contado el jinete. En poco tiempo "dejó de coger el teléfono tanto a Anna como a ella".

Aclara que "nunca le pasó una pensión" y que no ve necesario que venda una exclusiva para contar lo ocurrido, cuando podría haber enviado un comunicado explicándolo todo. Finalmente, cuando le preguntan si Álvaro es un caballero, Mercedes prefiere no contestar a la pregunta.