Miguel Bosé lleva sangre gitana por vía de su abuela paterna
Por las venas de Bosé corre sangre calé. Su abuela paterna, que vivía en una cueva, era de etnia gitana.
En ninguna de las biografías publicadas sobre Miguel Bosé y su familia española, ni tampoco en las de su padre, el matador de toros Luis Miguel Dominguín, he podido encontrar dato alguno sobre lo que les revelo hoy: que por sus venas corre sangre calé. De un modo casual me surgió esta cuestión, sobre la que he investigado.
Lo suficiente para afirmar que la madre del gran torero madrileño, abuela paterna por tanto del cantante, doña Gracia Lucas Lorente, era de etnia gitana. Vivía con los suyos en una cueva de la población almeriense de Tíjola, donde vino al mundo en 1901. Distante noventa y cinco kilómetros de la capital. Para salir de la miseria en la que vivía con sus padres optó, junto a su hermana Lola, marcharse a Barcelona, donde se hizo profesional de pelota vasca. Eso ocurrió hacia 1915. Algo insólito por cuanto en su lugar de nacencia no existía tradición alguna en ese deporte. "De algo había que vivir y yo no quería que mis padres murieran de hambre".
Mujer de contextura atlética, muy guapa, conoció de manera casual a principios de 1919 en la estación férrea de Alsasua al torero Domingo González (Dominguín), cuyo mote se debía a que nació en ese día de la semana y así le fue impuesto el nombre de pila; apodo que luego heredarían sus hijos. Tan enamorados estaban que se casaron pocos meses después en una iglesia del madrileño barrio de Chamberí. Tendrían tres niños (Domingo, Pepe y Luis Miguel, todos toreros) y dos niñas, Gracia (Pochola) y Carmen (casada con otro gran diestro, Antonio Ordóñez, padres de Carmina y Belén, tan conocidas en la prensa rosa; tan tempranamente muertas).
Fue doña Gracia Lucas mujer de gran temperamento, llena de vitalidad, que crió y educó de manera férrea a su prole. No le gustaban los toros, jamás iba a una corrida donde toreasen los Dominguines, pero cuando su marido hubo de marcharse a América ella se quedó en Madrid regentando la plaza de toros que tenían como negocio en la barriada de Tetuán de las Victorias. Y supo defender muy bien aquel predio.
Cuando en 1975 su primogénito, Domingo, se pegó un tiro de pistola en el corazón, en Guayaquil (Ecuador) la existencia de doña Gracia Lucas dio un vuelco: "Desde el suicidio de mi hijo estoy hecha polvo". Domingo González Lucas, hermano de Luis Miguel, tío por tanto de Miguel Bosé, separado de su mujer, padre de tres hijos, se había enamorado de la colombiana Aura Lucía Mera, que estaba separada del gobernador del Valle de Cauca. Mantuvieron una ardiente relación, hasta el día que Domingo se enteró de que un sobrino suyo se había encamado con su amante, poniéndole claramente los cuernos. Deprimido por ello y asimismo por una grave enfermedad cancerígena decidió cortar por lo sano e irse voluntariamente de este mundo.
Su madre vivió desde entonces muy entristecida hasta su muerte el 18 de abril de 1983 en la que había sido durante muchos años la casa familiar de aquella dinastía torera, en el número 35 de la madrileña calle del Príncipe.
Miguel Bosé quería mucho a su abuela. Supongo que estaría al tanto de su ascendencia gitana. Pero jamás ni él, ni su padre o sus tíos comentaron con periodista alguno esa circunstancia. Que, naturalmente, traemos aquí a título puramente anecdótico sin atisbo alguno de carácter xenófobo, faltaría más, ni ánimo de faltar al respeto de una familia muy querida y admirada, los Dominguines.
Miguel Bosé, que en estos últimos años lucía una larga melena y barba de varios días, prefirió más recientemente dejarse crecer un llamativo y exótico bigote, que a mí, a primera vista, me recuerda al que llevaba aquel genial cantautor francés llamado Georges Brassens. Ha concluido por ahora su gira musical "Amo Tour" que ha llevado por toda España y se dispone a cruzar el Atlántico. El 25 de septiembre cantará en Puerto Rico. Y dentro de un mes, el 27 de octubre, iniciará un recorrido por los Estados Unidos, concretamente los de Texas y California: tras El Paso, actuará en Laredo y Los Ángeles, concluyendo el 8 de noviembre en San Diego. A esta gira le ha puesto el nombre de "Colosal, maravilloso, bestial", leyenda curiosa de adjetivos que responderá a un espectáculo mezcla de elementos originales relacionados con la astronomía, la biología marina, el mundo animal y vegetal… Imaginamos todo ello en un show con elementos audiovisuales y potente luminotecnia. Le acompañarán ocho músicos. La duración de cada gala: alrededor de dos horas, mezclando canciones de su primera época, las de mayor éxito y las de su último álbum, "Amo", el que por cierto se ha editado no sólo en Cd sino en formato vinilo, que a él le atrae y le recuerda la época que tenía en su casa de Somosaguas miles de ejemplares, de los que luego tuvo que desprenderse porque no le cabían en su nueva vivienda. En ese repertorio actual están "Linda", "Amante Bandido", "Sevilla", "Te amaré", "Morena mía", "Nena", "Bambi", "Libre ya de amores"…
Y al respecto de su vida actual: la reparte entre su domicilio madrileño y un amplio apartamento que adquirió en la Costa Este de Panamá, país donde nació en la primavera de hace cincuenta y nueve años. Y siempre que viaja hasta allí para pasar una temporada se lleva consigo a sus cuatro hijos: Telmo, Diego, Ivo y Tadeo que, como saben sus admiradoras, nacieron previo acuerdo con unas madres que se prestaron a lo que se conoce como "vientres de alquiler". Niños a los que el cantante quiere con locura y que no permite sean fotografiados. Protege su intimidad a toda costa, decisión que nos parece llena de lógica. Si procura estar lejos de España unos meses es precisamente para asegurarse de que en Panamá, aun siendo conocido, no tiene constantemente paparazzi persiguiéndole como le ocurre aquí.
Escribe desde siempre: pensamientos, diarios, poemas y hasta algunas novelas, que por ahora prefiere que sigan inéditas. Preocupado por problemas sociales, mantiene su vinculación al movimiento Paz sin Fronteras, junto a Juanes, y a otra asociación que vela por la educación de niños sin recursos, amén de continuar involucrado en campañas que tengan que ver con la lucha contra el sida. Miguel Bosé, tiene una gran sensibilidad, es culto, afable, aunque a veces tropiece con periodistas que lo sacan de sus casillas y con quienes no están de acuerdo con su manera de ser o su personalidad artística. De gustos y colores está lleno el mundo…
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