Corina Randazzo, protagonista de Un príncipe para Corinna y participante de ¡Mira quién baila!, posa muy provocativa para la revista Primera Línea y enseña su lado más picante en la entrevista de Torito. La joven comienza confesando que sigue luchando para sacar hacía adelante su faceta como actriz.
El reality de Cuatro en el que buscaba a su media naranja le cambió su vida radicalmente. Ahora sueña con "ser una súper mega estrella" y "le encantaría participar en alguna película o en cualquier serie de éxito, como Velvet". También asegura que sería capaz de "pagar por poder besar en algún capítulo a Miguel Ángel Silvestre".
Desvela que no le gustan los futbolistas porque "aunque tienen mucho dinero, la mayoría no son nada agraciados". La guapa rubia prefiere a un hombre "amante de los animales, generoso y capaz de hacer lo que sea, que si hay que trabajar un mes de basurero que lo haga".
Además, durante la entrevista habla de sexo y revela que "su fantasía sexual es que le detengan y le lleven al cuartel porque todo lo que sea uniformes le encanta". Explica que se ha llegado a disfrazar de enfermera y de "masajista", aunque de este último no hay un disfraz específico, por lo que "parecía más una pilingui que una masajista".
Tal y como cuenta en la revista, nunca ha tenido que fingir en la cama , no como le pasó a ella con un hombre que tuvo un gatillazo. "Éste lo intentó disimular y fingió que llegaba al clímax, cuando eso se nota", comenta entre risas. Asimismo desvela que el tamaño sí que le importa porque "si ni siquiera la notas no puedes hacer mucho" y que siempre duerme "en braguitas y nada más".