La recuperación de Francisco Rivera, afortunadamente, ya es un hecho. El diestro evoluciona de manera favorable y los médicos que le atienden en la Clínica Quirón de Zaragoza están cada vez más tranquilos, al no haberse producido ninguna complicación una vez transcurridas las 48 primeras y decisivas horas de una intervención quirúrgica de tal envergadura.
Según me comentan fuentes muy cercanas a la esposa del torero, Lourdes Montes, ésta se encuentra tranquila al ver que su marido se recupera de la grave cogida.
La diseñadora ha estado acompañada de su madre, que no ha querido dejarla sola en ningún momento, sobre todo por el avanzado estado de gestación en que se encuentra. Hay que recordar que la futura mamá sale de cuentas el día 20 del presente mes.
Todo estaba previsto para que el bebé naciera en Sevilla, donde el matrimonio tiene fijada su residencia, pero después de los últimos acontecimientos no descartan que nazca en Zaragoza, y hasta se comenta que, sí eso fuera así, a la pequeña Carmen le podrían añadir un segundo nombre, que no podría ser otro que el de Pilar.
Los toreros parece que están hechos de otra pasta, y pese a la gravedad, Francisco ya está pensando en su regreso, y está deseando ponerse delante de un toro, al menos eso es lo que me comentan. Otro tema muy diferente es lo que los médicos le aconsejen, porque esta última cogida ha sido lo suficientemente seria como para que Francisco Rivera se pare a pensar de verdad si le merece la pena continuar jugándose la vida, ahora que va a ser padre por segunda vez.
Éste regreso del diestro ha estado lleno de percances. Hace tan solo unos días en Marbella se llevó un pequeño susto, y ni que decir tiene, la grave cogida en la plaza de toros de Olivenza, el pasado marzo. Por el momento, habrá que ver como se recupera, y lo que ocurre.