Hace unos días, Blanca Romero subía a su cuenta de Instagram una imagen en la que aparecía con el padre de su hija y con esta cuando era un bebé. Este miércoles, la actriz posa en ¡Hola! junto a su hija, Lucía Rivera, y revela "la historia de amor que jamás había contado".
Poco después de casarse Romero con Cayetano Rivera, en 2001, el torero adoptaba, dándole su apellido, a la pequeña Laura. Según cuenta la modelo, la foto "ya la había subido Lucía hace no sé qué tiempo -un mes o dos-. Sucedió que teníamos alquilada esta casa porque, por razones de los colegios de ella y de Martín, nos fuimos a vivir a Gijón ciudad. Al volver por el verano, hicimos una especie de mudanza, saqué cosas del desván, del trastero... y entonces apareció un cajón con un montón de fotos, y ahí fue donde la encontró Lucía".
Blanca Romero dice que su hija sabe quién es su padre "desde hace años" y que conoce la verdad de todo: "Yo le dije quién era su padre biológico y que Cayetano la adoptó después de casarse conmigo. Esto último, que lo sabe toda España, ¿no lo iba a saber ella?".
Volviendo a la foto, la modelo dice que "fue hecha en París, cuando el padre de Lucía y yo vivíamos allí. Yo estaba trabajando en París y nos conocimos en el primer anuncio que hice en la capital francesa. La niña y yo vivimos allí hasta que ella tuvo cuatro meses".
"Él era un modelo cotizado. Estuvimos juntos, después lo dejamos y yo me vine a Gijón cuando me quedé embarazada. Tiempo después volví a París y volvimos a estar juntos hasta que la niña tenía casi un año, que fue cuando nos separamos definitivamente. Él y yo teníamos un pacto, algo que yo le pedí y que él cumplió como un caballero todos estos años. Cuando decidimos tener a la niña, le dije: 'Por favor, si algún día lo nuestro no va bien, lo único que te pido (…) es que nos dejes tranquilas y no me la quites, no la lleves nunca contigo a Londres", añade.