John Waters, de vuelta de todo, transexuales incluidos, no entiende lo que pasa con Caitlyn Jenner. No entiende esa corrección política que la protege. La corrección que llevó a Jon Stewart a soltar irónicamente: "Cuando era hombre podíamos hablar de atletismo o de su perspicacia en los negocios, pero ahora que es mujer sólo podemos hacerlo del aspecto que tiene". ¿Y vamos a dejar de hacerlo sólo para no ser desconsiderados con una mujer de 65 años? El director de Pink Flamingos lo tiene claro: "Caitlyn es republicana, está en un reality show y es una Kardashian. ¿No podemos reírnos de él o ella?". A mí me pasa lo mismo con Cayetana Álvarez de Toledo y lo que la rodea.
El sábado la entrevistaba Emilia Landaluce en El Mundo. No sólo hay que tener en cuenta quién es la autora de la pieza sino también que se trataba de un En camisa de once varas, no de una página de Esther Esteban. Una entrevista que seguramente tiene la extraña virtud de gustar tanto a partidarios como a detractores. Donde quedan bien tanto la que pregunta como la que responde, perfectamente retratada. El titular: "Me encantaría que Preysler se uniera a Libres e Iguales". La política tuiteó la entrevista con su propio titular, como el que se autoedita su libro: "¿Por qué las meonas tienen que tener más legitimidad que las marquesas?". "Un titular fantástico", había dicho de este Landaluce durante la charla. “Lo sabía”, replicó la otra orgullosa y segura de cómo iba a ser el encabezamiento de su camisa. Ya que no podía esperar algo rimbombante sobre la Constitución o la unidad de España, que fuera ese que tan bien le salió. Pero es que más allá de lo que hiciera Cayetana, Arcadi Espada y Santiago González salieron en defensa del titular correcto y de su Oriana, hija de Lisuarte de la Gran Bretaña, tal que si fueran caballeros escribientes. En lugar de a caballo iban en blog. Así que yo me he montado también.
El sábado se publicó una entrevista a Íñigo Méndez de Vigo en El País. Titular: "Voy a quedar con Gabilondo por el pacto educativo". Pero en la conversación había una joya: "Me gusta mucho el cine español, veo mucho Cine de Barrio". En ‘El País sí que tienen ética periodística y corrección política. En lugar de titular con lo llamativo, titulan con su Gabilondo y lo aburrido (no digo que lo de la meona fuera aburrido, pero Preysler resulta muy golosa relacionada con Libres e Iguales y con Álvarez de Toledo). Ya he escrito alguna vez que Cayetana me recuerda a Adlai Stevenson, que se presentó dos veces a la Presidencia de EE UU y las dos perdió. Contaba Galbraith que ningún político, ni siquiera Roosevelt o Kennedy, habían contado con una camarilla de partidarios más fiel. Hábil en la discusión y en la oratoria, su brillantez no era para la masa. Le pasa lo mismo a la Marianne de Libres e Iguales. Yo escucho a Cayetana Álvarez de Toledo y se me pone la cara de Gabino Diego en Amanece que no es poco con el tabernero. Sólo me sale decir lo de "Habla usted un pijo de bien. Oh, really. Un pijo de bien habla. Oh, sí. Puede seguir". Y ahora cojo mi caballo y me voy a Baltimore a peinar el bigote de John Waters y a reírme de Caitlyn Jenner.