La cantante Avril Lavigne, un fenómeno entre el público juvenil desde el comienzo de su carrera, ha relatado en televisión el drama de su enfermedad.
La canadiense padece la enfermedad que Lyme desde hace meses, tal y como ella misma relató en el programa estadounidense Good Morning America. Se trata de una infección producida por una garrapata que genera síntomas similares a la gripe, además de grandes manchas rojas cutáneas.
Lavigne no pudo ocultar sus lágrimas al contar que la enfermedad la tuvo postrada en la cama durante nada menos que cinco meses, obligándola a interrumpir su carrera musical. La enfermedad de Lyme no sólo afecta a la piel, también el sistema nervioso, el corazón y las articulaciones. En su caso y en los peores momentos, apenas pudo llegar a moverse o hablar.
Pero no sólo eso, ya que criticó a varios médicos que erraron con el diagnóstico y no hicieron más que agravar la enfermedad. Visitó -cuenta- a "todos los especialistas posibles y los mejores y todos se comportaron como estúpidos. Se colocaban frente a su ordenador y me decían que tenía el síndrome de fatiga crónica, o me preguntaban por qué no trataba de salir de la cama y tocar un poco el piano".
Dice Avril, de 30 años, que atravesó todo un infierno, pero que ahora, con el tratamiento correcto, está mucho mejor y de hecho se toma todo como "una segunda oportunidad".