
La baronesa Thyssen fue una de las primeras en llegar al museo que lleva su nombre junto a su ya inseparable hijo Borja y la esposa de éste, Blanca. Juntos posaron sonrientes y felices en la inauguración de La exposición fotográfica de la revista Vogue, procedente de los archivos de la publicación, bajo el título "Vogue like a painting".
Carmen comentó que acababan de llegar de Marbella y Málaga de arreglar unos asuntos con el patronato. Al preguntarle por su nieta, a la feliz abuela se le ilumina la cara. "Es monísima y muy buena, no llora nunca, solo come y duerme".

Según comentó, las vacaciones las van a pasar todos juntos en diferentes lugares como Ibiza, San Feliu, y lo harán navegando. "Va a ser un verano muy familiar. Además las gemelas, que no pudieron asistir al bautizo de Kala por estar de exámenes, han aprobado todo con sobresalientes y notables", declaró orgullosa.
Por su parte Borja y Blanca comentaron lo buena que era la niña."Estamos como locos con ella, se nos cae la baba, y sus hermanos están felices con ella".

Otra de muchas invitadas que asistió a la magnífica exposición fue Elena Benarroch, una de las intimas amigas de Isabel Preysler. Al preguntarle por ella, su respuesta no pudo ser más clara: "Está muy feliz. También comentó que no comprende por qué la exmujer de Mario Vargas Llosa emitió ese comunicado, porque con eso lo único que hace es alimentar a la prensa. Isabel está encantada, ha estado dos años cuidando a su marido de manera admirable. Ahora ha pasado un tiempo y ha encontrado a un señor estupendo y separado, e Isabel es viuda".
Lo cierto es que toda la familia está volcada con Preysler, y así lo confirmó su hija Tamara, que asistió a un desfile de moda donde desmintió que su hermana Ana estuviera disgustada con su madre a raíz de la relación que mantiene con el escritor. "No es verdad ", aclaró.