La boda de Lydia Lozano y Charly tuvo dos momentos de tensión, según desvela Lecturas. El primero fue cuando los fotógrafos estaban esperando a la entrada del restaurante The Garden 2112 para fotografiar a la feliz pareja pero, después de mucho tiempo esperando, la única que salió fue la colaboradora de Sálvame. Por lo visto, su marido se negó a salir y hablar con los medios porque había una cámara del programa donde trabaja su mujer.
El segundo momento delicado fue protagonizado por la actriz Paloma Cela. Como Lydia y su marido no pagaron para tener en exclusiva el restaurante, estaban las puertas abiertas para cualquier persona. Por casualidad, Paloma estaba en el recinto el mismo día que la boda de Lydia. Ésta saludó a la periodista y le dio la enhorabuena, a lo que Lozano contestó de forma tajante: "¿Sabes? Estás en mi boda", dándose la vuelta y yéndose.
La actriz, que se tomó muy mal la actitud de la periodista, se enfadó mucho y acabó llorando. Sus amigos tuvieron que tranquilizarla para evitar que fuera a hablar con Lydia. "¡Pero quién se cree que es Lydia! Nos conocemos desde hace muchos años y no me puede tratar así. Yo he venido a comer con mis amigos y he pagado mi cuenta, no tengo por qué colarme en su boda. Tengo ganas de echármela a la cara y decirle cuatro cosas. Ahora no lo he hecho por respeto a esta casa que es la de mi amigo Emilio", desvela la revista que dijo la actriz.
Varias personas cercanas a la pareja justificaron la actitud de Lydia explicando que la periodista estaba muy nerviosa ese día y que pensaba que alguien se iba a colar en el convite.
Todo sobre el enlace
Lydia Lozano y el arquitecto Carlos García-San Miguel Rodríguez de Partearroyo, más conocido como Charly, volvieron a casarse, pero esta vez por el rito de Bali, después de veinticinco años juntos, tal y como publica Lecturas. La ceremonia tuvo lugar el pasado sábado en los jardines del restaurante madrileño The Garden 2112, propiedad de su gran amigo Emilio Carcur.
Para el oficio se colocó un especie de altar metalizado enfrente de dos sillones, donde se quedaron sentados los protagonistas de la boda, como se puede ver en las imágenes del interior. Asistieron exclusivamente los buenos amigos del matrimonio. De hecho, no acudió ningún compañero de trabajo de la colaboradora de Sálvame.
Para la ocasión, la presentadora se puso una túnica de color naranja sin adornos ni bordados y los invitados tenían que ir de blanco. En las fotografías de la revista se puede ver a Lydia sonriente y feliz en todo momento. Una vez pasado el oficio, algunos amigos les dedicaron unas palabras para desearles lo mejor. La ceremonia terminó con las palabras de Lozano: "Gracias por compartir con nosotros un día tan especial. Ahora vamos a divertirnos".
Por último, el convite fue más parecido a un cóctel de varias horas, en el que los invitados se sentaron para comer en el suelo o al borde de la piscina. Para la música, la pareja contrató a un grupo.
¿Ha pagado la fiesta?
Este enlace ya está dando mucho de qué hablar. Las primeras dudas que han surgido son si la pareja había pagado la fiesta. Empleados del restaurante confirman al magacín que sí que se pagó este informal banquete de bodas.