Este sábado, 13 de junio, la infanta Cristina cumplirá 50 años. Un año más su cumpleaños es justo cuando la Casa Real está en el punto de mira, ya que esta semana se informó de que el rey Felipe VI la había revocado el título de duquesa de Palma, el que en 1997 le dio el rey emérito. A esto se le suma una guerra entre Zarzuela y la infanta a base de comunicados en los que se desmienten unos a otros. Según el abogado de Cristina, esta decisión la tomó ella, aunque La Zarzuela ha negado que eso sea cierto.
Todo lo ocurrido con el Caso Nóos ha hecho que al final Felipe VI haya tomado dicha decisión. Cuando saltó el escándalo, los actuales reyes de España se distanciaron significativamente del matrimonio formado por los duques de Palma y, desde entonces, cada vez que han coincidido en algún acto oficial todas las cámaras se han centrado en sus gestos, forma de comportarse o miradas. En los últimos meses, sobre todo a raíz de la Primera Comunión de Leonor, se rumoreó que había un pequeño acercamiento entre los hermanos, ya que, por lo visto, viajó a Madrid desde Ginebra para celebrar con la familia ese día tan especial. Pero, tras esta revocación del título dinástico, posiblemente todo sea más tenso.
Desde que don Felipe ascendió al trono, una de las preguntas más recurrentes era cómo iba a actuar frente a todo lo ocurrido con su hermana. Éste ha sido un paso definitivo, posiblemente, para tensar más la relación entre todos los miembros de la Familia Real. Pero doña Cristina no ha perdido todos sus privilegios, ya que sigue siendo infanta, título que perdería sólo si renunciase ella por propia voluntad.