El rey emérito Juan Carlos está en el punto de mira por el libro Final de partida de la especialista en la Casa Real, Ana Romero, en el que narra los problemas que ha habido dentro de la Familia Real, la obsesión de Juan Carlos con Corinna o lo mal que se lleva con Letizia Ortiz, llegando a pedirle a su hijo que se divorciara.
A pesar de esta situación, un año más don Juan Carlos visitó el paddock del circuito de GP de Sakhir de Bahrein. Ajeno a todos los escándalos que le rodean, Juan Carlos I apareció sonriente y con una de sus mejores caras, y sin hablar del libro que desvela sus secretos más íntimos. Se le pudo ver tranquilo y animado durante una charla distendida con los pilotos españoles, en la que bromeó con Fernando Alonso, Roberto Merhi, Carlos Sainz Jr y Carmen Jordá.
Preguntó al asturiano por las declaraciones de Niki Lauda en las que calificaba al piloto de "malhumorado, egocéntrico y oscuro". En tono de humor y riéndose le contestó: "Este Niki... voy a tener que ir a hablar con él, le voy a dar". Correcto y educado, el rey emérito confesó a la prensa que "esperaba" que les fuese bien (a los pilotos), "que les desea toda la suerte y que siempre vendrá a apoyarles".