Esta Semana Santa Cristiano Ronaldo ha podido estrenar su gran dúplex en plena Avenida da Liberdade en Lisboa. Y lo hizo presumiendo de hijo, y también de su madre, Dolores Aveiro, que le acompañaron en estos días de vacaciones portuguesas.
En sus días en Lisboa el astro futbolístico aprovechó -tal y como publica LOC- las buenas temperaturas que también tuvieron en Portugal. Además de con sus amigos, el delantero pasó tiempo con su familia. Visitó a su hermana Elma e hizo compras por la milla de oro de la ciudad.
Pero también aprovechó para reunirse con cuatro amigos portugueses en el Clube do Fado, una casa de fados propiedad de Mario Pacheco, un gran guitarrista de ese género además de amigo personal del futbolista blanco. Tanto es así que el propio Cristiano se encargó personalmente de hacer la reserva.
Allí tomaron chuletones de vaca y el tradicional bacalao del local, entre música tradicional portuguesa. Y durante la conversación, el futbolista comentó a los asistentes que entre sus próximas iniciativas empresariales estaba abrir una casa de fados, una afición que su padre consiguió traspasar a Cristiano.
El delantero blanco, que es imagen de varias firmas deportivas y de moda, es sinónimo de triunfo y todo un aval a la hora de prestar su imagen en campañas publicitarias. Sin embargo, su faceta de empresario resulta más desconocida.